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Vida de profesor

Pedagogía

La tecnología nos hará libres

La tecnología nos hará libres A los países en vías de desarrollo hay que enseñarles a usar la tecnología y dotarles de infraestructuras para poder llevarla a la práctica. Esto es necesario para su desarrollo económico y para el de Occidente, no es una cuestión de caridad. Estando todos conectados los vínculos afectivos entre las poblaciones de la Tierra surgirán mandando al ostracismo eso que impide hacer un mundo más justo y que afirma "ojos que no ven corazón que no siente".

Creo que la tecnología, sin caer en excesivas idealizaciones y bien utilizada, tiene la tremenda potencia de eliminar las iniquidades. Los días de los señoritos del mundo subyugando a las personas están contados porque la tecnología va a permitir una revolución pacífica de los países más pobres.

La fotografía muestra a unos estudiantes que acaban de recibir unos ordenadores portátiles a un precio muy bajo. No se los regalan, sino que se piensa detenidamente la estrategia de producción a bajo costo y se manda al cuerno a Microsoft. Imagen tomada del excelente weblog Avalúo.

Índice McDonnalds y premio

Índice McDonnalds y premio ESCUCHAR ARTÍCULO

No tenemos en España ninguna revista de la categoría de The economist, y eso es triste. La rigurosidad e interés de sus artículos invitan a la reflexión sosegada y a la toma de conciencia de los mecanismos geopolíticos que mueven el mundo.

Una de sus peculiaridades es la publicación periódica de su famoso índice McDonnalds, el cual compara el precio de la famosa hamburguesa en un momento dado en varios países del mundo.

Actualmente la hamburguesa de marras cuesta en Europa 3,75 dólares, en China $1,26 y en Estados Unidos $3. Lo que pasa es que en España los salarios son bastante más bajos que en Alemania (donde la hamburguesa cuesta lo mismo), con lo cual el dichoso emparedado nos sale demesuradamente caro.

Si en España nos podemos comer, con un salario medio, 266,66 hamburguesas al mes (suponiendo que no hay que pagar alquiler, ni libros, ni energía, ni "na de na"), en Alemania 500 y en Inglaterra 550, algo falla, porque hace 10 años podíamos comernos 310.

Pido a mis alumnos que den ideas para solucionar esto, es decir, para que en España un ciudadadno normal pueda comerse más hamburguesas. La mejor idea tendrá una hmburguesa gratis en el restaurante mexicano que está enfrente de nuestro Instituto.

Lipman, el viejo maestro

A sus ochenta y tantos años Lipman sigue al pie del cañón desde su posición universitaria de Montclair, en Nueva York. Desde allí coordina, respaldado por la admirable Ann Sharp (a quien tuve el honor de conocer personalemnte en Poitiers y con la que me escribo por email de vez en cuando), la revolución pedagógica que supone su movimiento "Filosofía para Niños" que permitirá (y ya está permitindo) que los niños ricos aumenten su concienciación social y solidaridad y que los más pobres adquieran unas herramientas lógicas que les ayude a salir de la pobreza.

Creo que es el método revolucionario del sistema educativo (por grandilocuentes que parezcan estas palabras) y puede ser resumido en las siguientes líneas de su libro Pensamiento complejo y educación (página 112):

"Proponer a los alumnos que memoricen contenidos es privarlos de la oportunidad de poder discernir relaciones y formar juicios; es convertir la escuela en una experiencia no significativa. Por otro lado, ofrecerles dichas oportunidades es animarlos a que piensen por sí mismos, a que emitan sus propios juicios, a que se suban al tren del pensamiento de orden superior."

Basura textual

El otro día utilicé el término "basura textual" para calificar el trabajo de un grupo de alumnos. Un profesor no debe jamás utilizar dichos términos porque se descalifica a sí mismo y la poca reputación que pueda tener se cae por los suelos.

Mi intención era motivarles y animarles a hacerlo mejor. Las palabras bonitas, la asertividad, el "muy bien pero..." son circunloquios que a veces no funcionan.

No sé si esta expresión habrá incitado a los alumnos a hacerlo mejor o he tensado demasiado la cuerda rompiéndola y por tanto causando desidia en el alumnado. Desde luego uno de los estudiantes del grupo parece muy enojado por mis palabras, y yo le entiendo.

Desde aquí pido perdón al grupo de alumnos al que dediqué tan desafortunado calificativo pero... ¡seguro que sois capaces de hacerlo mejor!

Videoconferencia

Hoy, a duras penas, hemos intentado mantener una videoconferencia con el grupo DiM (Didáctica y Multimedia) de la Universidad Autónoma de Barcelona ante varias decenas de profesores. Se trataba de explicar nuestros proyectos didácticos a profesionales de la docencia muy interesados en el tema, pero al final la técnica no funcionó al 100% de nuestras pretensiones, aunque algo se pudo hacer.

La sensación que tuve es muy curiosa: yo hablo ante un auditorio pero sin recibir feedback porque lo único que veo a través de mi ordnador es mi imagen transmitida por la webcam a la pantalla gigante de salón de reuniones. Es decir, es como estar un tiempo hablando delante de una pared sin saber muy bien si lo que dices se escucha, desapareciendo la duda cuando al final suena un estruendoso aplauso.

Por cierto, ya estamos trabajando en el siguiente número de la revista DiM, estrenando dominio ( www.revistadim.net ), ISSN y, muy posiblemnete, edición analógica.

Moodle y ¡Maaambo!

Moodle y ¡Maaambo! Ser profesor innovador (modestia aparte) o al menos intentarlo (de eso no hay duda por las horas que permanezco delante del ordenador) da muchos quebraderos de cabeza, pero también muchísimas satisfacciones.

Intentar innovar me permite conocer a otros innovadores que están en mi línea (mejor dicho, varias líneas más adelantados) que me ayudan por "la cara bonita" utilizando su tiempo libre y su pasión por la enseñanza de verdad, en la que la motivación y la buena organización es parte imprescindible. Entienden, y eso es emocionante, que la innovación docente consiste en colaborar con los pocos profesores que quieren mejorar la enseñanza y no competir con ellos, creando una comunidad de investigación en la que todos nos ayudamos según nuestras capacidades.

Uno de estos profesores innovadores me está ayudando a trabajar con Moodle y Mambo. Estos dos nombres hoy suenan a canción brasileña, pero en unos años serán parte fundamental en la forma de trabajar con los alumnos ya que facilita su creatividad y el trabajo autónomo y reflexivo.

Aún estoy intentando cogerle el truquillo, pero espero que en unos días sea capaz de manejarme bien con él. Con este manual y mucha paciencia intentaré hacer de esto un sitio de aprendizaje en que los alumnos aprendan a formular mejores juicios para que transformen sus vidas de forma más juiciosa (que diría Lipman, a quien cito mucho últimamente).

Les dejo reflexionando con este fascinante vídeo.

Perfeccionismo

Estamos en época de éxamenes (bueno, los otros porque yo examino todos los días la participación de mi alumnado en clase y me dejo de zarandajas anquilosadas como son esos papelajos que dan algunos en los que se pide que el alumno de rienda suelta a su verborrea ininteligible).

El problema es que hay estudiantes que dan tanta importancia a los exámenes que duermen mal, no comen, tienen problemas de estómago, no pueden controlar su mal humor y, lo peor de todo, por mucho que estudien no aprenden nada ya que al día siguiente de la "empollada" lo olvidan todo.

¡A ver si nos vamos enterando de que se trata de comprender y pensar y no de memorizar chorradas! ¡A ver si empezamos a construir el aula como una comunidad de investigación, que diría Lipman, y no como una reunión de amargados en los que unos enseñan lo que les aburre y otros se aburren con lo que les enseñan!

Los estudiantes y profesores son como las mujeres iraníes que asumen e incluso defienden que han de llevar el burka, es decir, docentes y discentes asumen sin queja que se deben hacer exámenes ridículos y aceptarlo sin más, incluso defenderlo, sin parar a pensar que hay formas más satisfactorias de aprendizaje que no desdeñan el esfuerzo ni la excelencia en el aula.

Citaré a Lipman para que vean lo que de veras hay que enseñar y que tiene unas consecuencias positivas en la vida intelectual de los estudiantes:

Hay que enseñar a los alumnos a

1. Evaluar por sí mismos su aprendizaje y su pensamiento
2. Los estudiantes deben poder acceder a las herramientas de investigación
3. Deben practicar el análisis conceptual
4. Deben adquirir experiencia en la lectura y escritura críticas
5. Se les debe dar la oportunidad de narrar y describir creativamente
6. Hay que articular una comunidad de investigación en el aula
7. Debe haber un libre intercambio de ideas y crecimiento intelectual

(Lipman, Pensamiento complejo y educación)

Faltar por enfermedad

Ayer una alumna me devolvió un libro de Filosofía que le presté. Dijo que le gustó, pero lo que más me llamó la atención es que su madre lo disfrutó mucho más si cabe. Esta alumna tiene que faltar bastante a clase por cuestiones de salud, pero la magia del libro (clásico, no de texto los cuales ya saben que "de-teXto") le permite seguir las clases desde su casa, o al menos no pierde comba. Además puede llamarme por teléfono en cualquiier momento, o enviarme un email, o chatear, o mandarme una carta, o un fax, o un SMS...

Cuando el alumno se lo propone, el profesor, con cuatro orientaciones bien dichas, puede hacer que el estudiante aprenda todos los contenidos del curso sin necesidad de asistir a clase. Requiere más esfuerzo, pero se puede.

Excelencia

Un profesor, para serlo bueno, ha de mostrar el mismo mecanismo psicológico del poeta y del científico. Las tres profesiones buscan lo mismo por diferentes caminos. En la búsqueda de la excelencia, el docente debe apelar a su instinto creativo e incitar a los estudiantes a aprender por sí mismos y a que construyan su propio conocimiento según sus intereses intelectuales. Dar con la sustancia adecuada que aniquile elementos patógenos en el organismo o esculpir la ingente piedra linguística para obtener un bello poema requieren de la misma energía psíquica que hace que un profesor entre en estado de flujo con sus alumnos en el aula.

Así se obtiene la excelencia, enviando al averno adocenamientos, desdenes, holgazanerías, desmotivaciones y carencias de sentido que suelen apoderarse de todos algunas veces.

El carácter visionario

Hay personas de carácter abúlico, otras cuyo tono vital es exageradamente energético, las hay impulsivas, sofisticadas, tímidas, inquietas, etc. Entre todos los caracteres posibles hay uno que siempre me ha llamado la atención porque es el que más influye en la evolución de la humanidad; ese carácter es el visionario.

Las personas visionarias son capaces de ver más allá de las narices con que la mayoría de nosotros, pobres miopes, intentamos entrever este mundo. Los visionarios tienen el don de vislumbrar el futuro, de razonar el proceso evolutivo de la sociedad humana y de ser capaces de determinar cuales serán las tendencias, usos y costumbres de los humanos en los próximos decenios.

Este carácter visionario, si se aplica a los dos pilares de la sociedad (la medicina y la educación) es capaz de lograr los giros copernicanos más extremecedores y que más afectan a la vida de las personas.

Hoy, a esta hora, en este mismo minuto, acaba una reunión en la Universidad Autónoma de Barcelona en torno a la educación y las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Allí se ha juntado un grupo de profesionales de la enseñanza entre los que se encuentran algunas personas con carácter visionario. Dentro de unos años veremos los efectos tan beneficiosos del duro trabajo de futurología que estos amigos realizan actualmente.

La tiza, el pizarrón, el profesor que lee el libro de texto sin levantar la mirada, Jaimito tirando papeles y los bostezos hiperprolongados de los alumnos tienen los días contados gracias a estos visionarios de la educación.

Oratoria

Oratoria Un día, un grupo de alumnas se quedaron tan absortas escuchando a mi jefa de departamento hablando sobre Aristóteles, que se dieron cuenta de que la clase se había terminado 15 minutos después de la hora; se había estropeado la sirena y nadie se había percatado de que la clase había acabado.

Quien es capaz de tener a los alumnos tan concentrados e interesados en el aula es el mejor de los profesores posibles. Un buen orador es aquel que es capaz de mantener a su audiencia entregada y olvidada del paso del tiempo; todo profesor debería ser, ante todo, orador.

Se ha perdido la buena costumbre de la oratoria entre los profesores. Muchos llegan, leen unas cuantas cuartillas, escriben cuatro letras en el pizarrón y se quedan tan agusto, aburriendo soberanamente al personal. La buena oratoria es mucho más que eso.

El orador-profesor debe pasearse por el aula, aproximarse y alejarse de los alumnos, jugar con los tonos de voz, usar su cabeza y no agarrarse a los papeles, incitar al público a discrepar de sus afirmaciones. En definitiva, el buen profesor debe alcanzar el "tercer silencio" de los alumnos, concepto acuñado por Andrés Segovia y con el cual definía ese estado del auditorio en que la gente está tan emocionada por su música que el silencio y la atemporalidad se hacen palpables.

Un profesor debe emocionar al alumnado, provocarle, embriagarle, sorprenderle, ensimismarle. Tenerle y darse. Un profesor debe vocalizar con la claridad de Demóstenes y debe hacer virguerías con el lenguaje como hacía Cicerón. Un profesor debe enseñar hablando como el abogado mejor pagado del más importante de los buffetes. Un profesor debe desplegar todo su potencial de oratoria para que los conceptos que explique sean engullidos, devorados y masticados con gula por parte del alumnado.

Todos los profesores deberían dar cursos de oratoria ya que algunos ni siquiera saben hablar.

Enero es el mes "plof"

Enero es el mes "plof" Es curioso observar como el ánimo general de los alumnos se mueve por ciclos a lo largo del curso escolar. En septiembre prima el optimismo tras haber renovado energías durante el estío; en octubre domina el envalentonamiento, ya que los estudiantes miden con el profesor hasta donde pueden llegar en sus modos de comportarse; en noviembre impera la confianza, porque ha dado tiempo a que profesor y alumno se conozcan y se "sepan llevar" mutuamente; en diciembre prima el nerviosismo por los primeros exámenes del curso...

Cualquier profesor con un mínimo de experiencia sabe que a mediados de enero los estudiantes de Instituto andan "plof". Y también los profesores pues, según se dice, es el mes en que más bajas se producen por depresión. Tomando conciencia de que enero es el mes más "plof" y que estamos sujetos a esa ley no escrita de la naturaleza del mundo escolar, uno puede ser capaz de liberarse de tamañas cadenas y decir: ¡es un martes de mediados de enero y estamos obligados a disfrutarlo por el mero hecho de que existe!

Castigos

Castigos ¿Saben ustedes cómo se castigaba durante el siglo XVII alemán a los príncipes que no estudiaban? Azotando a los otros niños nobles.

Hoy en día los profesores suelen castigar dando una mala nota, es decir, imponen un castigo muchísimo peor moralmente que el de los los príncipes alemanes, ya que una mala calificación supone mayores dificultades para que entren en el mercado laboral de una forma digna.

San Agustín El maestro

San Agustín El maestro "¿Quién es tan estúpidamente curioso que envíe su hijo a la escuela para que aprenda lo que el maestro piensa?"
San Agustín, El maestro, s. IV d.C, edición y traducción en Trotta de Atilano Domínguez, p 132.

En primera línea

Mezclando la arrogancia con el orgullo, he de decir que mis alumnos no sólo adquieren conocimientos en mis clases, sino que tienen la posibilidad de ganar dinero a través de su creatividad. Nuestra página web (cuya dirección daré a quienes me la pidan, por una razón de control) es visitada por una media de 200 personas al día, accediendo a 1000 páginas en un período de 24 horas, con puntas de hasta 360 personas distintas en un solo día.

Esto da dinero, qué duda cabe, y ya he planteado en el aula que se aproveche esta oportunidad que nos brindan las Nuevas Tecnologías para obtener beneficios materiales, y no sólo "espirituales".

Decía Gorgias (el sofista de la furia del lenguaje) que la Filosofía es un placer, pero lo que el hombre ha de hacer es negociar, comerciar y ganar dinero para vivir una vida más plena, dejando las sofisterías para los jovenzuelos. Yo digo: que los alumnos ganen dinero aprendiendo Filosofía.

¿Que cómo se hace eso? Internet tiene la clave, pensad, pensad. Aquel alumno que obtenga más de 1000 euros desde hoy hasta junio tendrá Matrícula de Honor, la única condición inexcusable es que la práctica filosófica (donde incluyo las otras dos asignaturas que imparto, a saber Psicología y Ética) sea requisito sine qua non para obtener dicho dinero.

El trabajo duro y el pensar, elementos fundamentales del filosofar, dan capital. En junio lo veremos.

Juan de Mairena

Antonio Machado, a través de Juan de Mairena (ed. Bibliotex), decía cosas sobre pedagogía tan interesantes como estas:

Juan de Mairena lamentaba la falta de un buen manual de literatura española. Según él, no lo había en su tiempo. Alguien le dijo: "¿Y también usted necsita un librito?". "Yo -contestó Mairena- deploro que no se haya escrito ese manual, porque nadie haya sido capza de escribirlo. la verdad es que nos faltan ideas generales sobre nuestra liteartura. Si las tuviéramos, tendríamos también buenos manuales de literatura y podríamos, además, prescindir de ellos. No sé si habrá usted comprendido... Probablemente, no." (p 55)

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Es cosa triste que hayamos de reconocer a nuestros mejores discípulos en nuestros contradictores, a veces en nuestros enemigos, que todo magisterio sea, a última hora, cría de cuervos, que vengan un día a sacarnos los ojos. (p 84)

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Vosotros sabéis que yo no pretendo enseñaros nada, y que sólo me aplico a sacudir la inercia de vuestras almas, a arar el barbecho empedernido de vuestro pensamiento, a sembrar inquietudes, como se ha dicho muy razonablemente, y yo diría mejor, a semabrar preocupaciones y prejuicios: quiero decir juicios y ocupaciones previos y antepuestos a toda ocupación zapatera y a todo juicio de pan de llevar. (p 180)

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Procurad, sobre todo, que no se oe muera la lengua viva, que es el gran peligro de las aulas. De escribir no se hable por ahora. Eso vendrá más tarde. Porque no todo merece fijarse en papel. Ni es conveniente que pueda decirse de vosotros: Muchas ñoñeces dicen; pero ¡qué bien las redactan! (p 191)

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Sobre la pedagogía decía Juan de Mairena en sus momentos de mal humor: "Un pedagogogo hubo; se llamaba Herodes". (p 203)

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Aprendió tantas cosas -escribía mi maestro, a la muerte de su amigo erudito-, que no tuvo tiempo para pensar en ninguna de ellas. (p 227)

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Ayudadme a comprender lo que os digo, y os lo explicaré más despacio. (p 229)

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La niña que salvó a 100 personas

La niña que salvó a 100 personas Hoy decía la radio que una niña salvó a cien personas en Tailandia, durante el maremoto de la semana pasada, porque aconsejó a las gentes que la rodeaban en la playa, tras la primera e inofensiva ola del tsunami, que se agarraran fuerte o que encontraran un lugar seguro para protegerse. Había estudiado en la clase de ciencias naturales que después de la primera ola de un tsunami viene otra más fuerte y mortífera. El profesor que se lo enseñó es un héroe.

La educación sirve, ante todo, para prever el futuro y, por ende, salvar vidas.

Aprender a pensar con libertad

Aprender a pensar con libertad Dice José Antonio Jáuregui en su reciente libro publicado en Martínez Roca:

"El verdadero filósofo, el auténtico profesor, no intenta que sus estudiantes se aprendan de memoria y de carretilla (sic) toda una sarta de dogmas de tal o cual secta o camarilla. El verdadero maestro previene a los estudiantes del peligro de preferir a Sócrates a la verdad. El propio Sócrates no insta ni incita a sus estudiantes y menos a sus discípulos para que se conviertan al "socratismo", ni para que se definan como "socratistas". (Página 16).

Más adelante continúa citando al ínclito antropólogo Evans-Pritchard:

"Lo primero que hay que desterrar del mundo académico son los libros de texto. No te fíes de los comentadores de comentadores de comentadores. Son fotocopias de fotocopias de fotocopias. Al final no queda nada del original (...)". (Página 27).

¡Feliz solsticio de invierno!

Los malos alumnos

Los malos alumnos Acaba de publicar Álvaro Marchesi en Alianza Los malos alumnos., libro que espero adquirir en breve. Mientras tanto he de conformarme con la exquisita entrevista que le hacen hoy en La Vanguardia.

Este pedagogo propone lo siguiente:

1. Que los padres lean con sus hijos
2. Que el Estado pague las clases particulares a los alumnos más flojos
3. Que los profesores se anticipen al conflicto, que lo intuyan y que lo gestionen con cierta distancia.
4. Que se invierta más en educación, ya los países y regiones más ricos tienen menos suspensos.
5. Que los centros con más estudiantes inmigrantes reciban más dinero que aquellos sin tanta inmigración.
6. Que los profesores traten a los estudiantes como adultos y se les pregunte cómo quieren enfocar la clase.

Yo, como se pueden imaginar, estoy totalmente de acuerdo.

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ÁLVARO MARCHESI, PEDAGOGO; EXPERTO EN FRACASO ESCOLAR
"Lea con sus hijos y no les suspenderán"

Tengo 57 años. Nací en Madrid. Cada maestrillo tiene su librillo: el mío es la intuición. Casado, dos hijos: gestioné sus suspensos con comunicación y apoyo emocional. Trabajo para que la igualdad empiece en el cole. La familia que lee unida... No suspende. No sobra ni un día de vacaciones. Publico Los malos alumnos... (Alianza)

LLUÍS AMIGUET - 00:00 horas - 20/12/2004
-Miles de chavales suspendidos, ¿qué hacer?

-Los padres tenían que haber hecho los deberes ya.

-¿Hacérselos o ayudar?

-Los padres pueden marcar la diferencia entre éxito y fracaso escolar, pero años antes de que lleguen las notas. Si les leen a sus hijos desde pequeñitos y luego leen con ellos, su rendimiento será muy superior al de los niños siempre aparcados frente a la tele.

-Consejo preciso y precioso.

-Si no se ha seguido, lo mejor es reaccionar cuanto antes.Un niño con un ligero retraso es fácilmente recuperable, pero la educación es como el pelotón del Tour: cuando te quedas descolgado, remontar cada metro requiere mucho más esfuerzo que mantener la velocidad habitual de la clase.

-¿Y una vez detectado el fracaso?

-El colegio debe poner los medios: profesores con grupos muy reducidos de alumnos dos horas extra semanales de clase de apoyo.

-Las clases particulares son caras.

Más caro es recuperar sociópatas. El fracaso escolar es un camino hacia la marginación. El Estado debe pagarlas.

-¿Qué pueden hacer los padres?

-Además de apoyar su refuerzo, deben asegurar al suspendido experiencias de éxito.

-¿Aplaudirle por fracasar?

-No. Darle la oportunidad de que, aunque suspenda matemáticas o lengua, pueda triunfar en el cole en otras facetas.

-Por ejemplo.

-En los deportes o tocando un instrumento o con su relación con los animales... Cualquier actividad que los demás aprecien.

-¿Por qué?

-Sólo así el niño que fracasa en el cole reforzará su autoestima y verá en la educación una vía de gratificación, no sólo una mortificante degradación de su ego.

-¿Y el fracaso escolar de los profesores?

-¿?

-Estresados, agobiados, cansados...

-Para evitarlo deben anticiparse al conflicto, intuirlo y gestionarlo con cierta distancia.

-¿Sin implicarse emocionalmente?

-Saber distanciarse no quiere decir pasar, quiere decir saber desconectar del cole cuando acaba y tener una vida aparte. Les ayudará mucho tener amigos compañeros.

-Colegas y sin embargo amigos: difícil.

-¿Por qué algunos profesores que se enfrentan a los mismos alumnos están ilusionados y otros en cambio están agobiados?

-¿Por qué?

-Porque han encontrado un grupo en el que se apoyan mutuamente y se motivan.

-¿Demasiadas vacaciones para los profes?

-¡No!, sufren un gran desgaste emocional.

-¿Y los demás trabajadores, no?

-La pelea diaria con los alumnos es agotadora. Son vacaciones necesarias. Como es necesario más apoyo del Estado a los centros con más inmigrantes en los barrios de nivel sociocultural más bajo. Las cifras cantan.

-¿Qué cantan?

-Más presupuesto de educación, menos suspensos; más nivel sociocultural de los alumnos, menos fracaso. Y cuando hay menos fracaso, se asegura que el nivel sociocultural de todo el país será mayor en el futuro.

-¿Suspenden mucho nuestros chicos?

-Tenemos una tasa del 25 por ciento.

-¿Suspendemos entonces como sociedad?

-Sí. En la UE la media de suspensos es del 18 por ciento. En el Estado, las comunidades más ricas tienen menos suspensos: Navarra y País Vasco o Catalunya muchos menos que Extremadura y Andalucía. Lo mismo pasa en el planeta: los países prósperos aprueban.

-¿Existe una tasa natural de suspensos?

-Podríamos aceptar hasta un 15 por ciento en los niveles obligatorios de enseñanza.

-Los niños ricos suspenden menos.

-Por eso los inmigrantes deben distribuiriles se por igual entre los centros de una misma zona. Es injusto que la enseñanza pública gestione en solitario el enorme coste de integrar a los inmigrantes, que es lo que está pasando en estos momentos.

-¿Qué propone?

-Cada centro, público o concertado, debe recibir un trato específico. Un niño inmigrante llega sin saber la lengua: integrarlo exige un ímprobo esfuerzo personalizado. Es injusto que todos los centros reciban las mismas subvenciones, cuando hay institutos públicos con un 25 por ciento de inmigrantes y otros concertados que no tienen ni uno.

-¿Se está haciendo ese esfuerzo?

-Hay miles de buenos profesores trabajando con resultados, pero necesitan más apoyo. También he encontrado a niños magrebíes que llegaron al cole público con 11 años y ninguna noción del idioma... ¡y les aprobaron!

-¿Las chicas son más listas?

-Sacan mejores notas.

-¿Por qué?

-Ellos maduran dos años después que ellas, así que sus problemas se prolongan en la secundaria. Además, la cultura de los chicos tiende a buscar su identidad en la rebeldía y eso afecta a su rendimiento. Se observa incluso en cuestiones menores.

-Por ejemplo.

-Yo veo un examen y, sólo por la letra ilegible, ya sé que se trata de un chaval.

-La caligrafía ha caído en triste olvido.

-Les suplico que se esmeren y nada:me llegan tarde, se pelean, chillan...

-Usted ha estudiado a las ovejas negras.

-Les pregunté por los profesores y echaron pestes. Les pedí una excepción. Y me hablaron de una profesora de música.

-¡Si la música era una maría!

-Pero esta profe los trataba como adultos. Preguntaba a los chavales cómo querían enfocar la clase y ellos la respetaban

Los malos alumnos

Los malos alumnos Acaba de publicar Álvaro Marchesi en Alianza Los malos alumnos., libro que espero adquirir en breve. Mientras tanto he de conformarme con la exquisita entrevista que le hacen hoy en La Vanguardia.

Este pedagogo propone lo siguiente:

1. Que los padres lean con sus hijos
2. Que el Estado pague las clases particulares a los alumnos más flojos
3. Que los profesores se anticipen al conflicto, que lo intuyan y que lo gestionen con cierta distancia.
4. Que se invierta más en educación, ya los países y regiones más ricos tienen menos suspensos.
5. Que los centros con más estudiantes inmigrantes reciban más dinero que aquellos sin tanta inmigración.
6. Que los profesores traten a los estudiantes como adultos y se les pregunte cómo quieren enfocar la clase.

Yo, como se pueden imaginar, estoy totalmente de acuerdo.

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ÁLVARO MARCHESI, PEDAGOGO; EXPERTO EN FRACASO ESCOLAR
"Lea con sus hijos y no les suspenderán"

Tengo 57 años. Nací en Madrid. Cada maestrillo tiene su librillo: el mío es la intuición. Casado, dos hijos: gestioné sus suspensos con comunicación y apoyo emocional. Trabajo para que la igualdad empiece en el cole. La familia que lee unida... No suspende. No sobra ni un día de vacaciones. Publico Los malos alumnos... (Alianza)

LLUÍS AMIGUET - 00:00 horas - 20/12/2004
-Miles de chavales suspendidos, ¿qué hacer?

-Los padres tenían que haber hecho los deberes ya.

-¿Hacérselos o ayudar?

-Los padres pueden marcar la diferencia entre éxito y fracaso escolar, pero años antes de que lleguen las notas. Si les leen a sus hijos desde pequeñitos y luego leen con ellos, su rendimiento será muy superior al de los niños siempre aparcados frente a la tele.

-Consejo preciso y precioso.

-Si no se ha seguido, lo mejor es reaccionar cuanto antes.Un niño con un ligero retraso es fácilmente recuperable, pero la educación es como el pelotón del Tour: cuando te quedas descolgado, remontar cada metro requiere mucho más esfuerzo que mantener la velocidad habitual de la clase.

-¿Y una vez detectado el fracaso?

-El colegio debe poner los medios: profesores con grupos muy reducidos de alumnos dos horas extra semanales de clase de apoyo.

-Las clases particulares son caras.

Más caro es recuperar sociópatas. El fracaso escolar es un camino hacia la marginación. El Estado debe pagarlas.

-¿Qué pueden hacer los padres?

-Además de apoyar su refuerzo, deben asegurar al suspendido experiencias de éxito.

-¿Aplaudirle por fracasar?

-No. Darle la oportunidad de que, aunque suspenda matemáticas o lengua, pueda triunfar en el cole en otras facetas.

-Por ejemplo.

-En los deportes o tocando un instrumento o con su relación con los animales... Cualquier actividad que los demás aprecien.

-¿Por qué?

-Sólo así el niño que fracasa en el cole reforzará su autoestima y verá en la educación una vía de gratificación, no sólo una mortificante degradación de su ego.

-¿Y el fracaso escolar de los profesores?

-¿?

-Estresados, agobiados, cansados...

-Para evitarlo deben anticiparse al conflicto, intuirlo y gestionarlo con cierta distancia.

-¿Sin implicarse emocionalmente?

-Saber distanciarse no quiere decir pasar, quiere decir saber desconectar del cole cuando acaba y tener una vida aparte. Les ayudará mucho tener amigos compañeros.

-Colegas y sin embargo amigos: difícil.

-¿Por qué algunos profesores que se enfrentan a los mismos alumnos están ilusionados y otros en cambio están agobiados?

-¿Por qué?

-Porque han encontrado un grupo en el que se apoyan mutuamente y se motivan.

-¿Demasiadas vacaciones para los profes?

-¡No!, sufren un gran desgaste emocional.

-¿Y los demás trabajadores, no?

-La pelea diaria con los alumnos es agotadora. Son vacaciones necesarias. Como es necesario más apoyo del Estado a los centros con más inmigrantes en los barrios de nivel sociocultural más bajo. Las cifras cantan.

-¿Qué cantan?

-Más presupuesto de educación, menos suspensos; más nivel sociocultural de los alumnos, menos fracaso. Y cuando hay menos fracaso, se asegura que el nivel sociocultural de todo el país será mayor en el futuro.

-¿Suspenden mucho nuestros chicos?

-Tenemos una tasa del 25 por ciento.

-¿Suspendemos entonces como sociedad?

-Sí. En la UE la media de suspensos es del 18 por ciento. En el Estado, las comunidades más ricas tienen menos suspensos: Navarra y País Vasco o Catalunya muchos menos que Extremadura y Andalucía. Lo mismo pasa en el planeta: los países prósperos aprueban.

-¿Existe una tasa natural de suspensos?

-Podríamos aceptar hasta un 15 por ciento en los niveles obligatorios de enseñanza.

-Los niños ricos suspenden menos.

-Por eso los inmigrantes deben distribuiriles se por igual entre los centros de una misma zona. Es injusto que la enseñanza pública gestione en solitario el enorme coste de integrar a los inmigrantes, que es lo que está pasando en estos momentos.

-¿Qué propone?

-Cada centro, público o concertado, debe recibir un trato específico. Un niño inmigrante llega sin saber la lengua: integrarlo exige un ímprobo esfuerzo personalizado. Es injusto que todos los centros reciban las mismas subvenciones, cuando hay institutos públicos con un 25 por ciento de inmigrantes y otros concertados que no tienen ni uno.

-¿Se está haciendo ese esfuerzo?

-Hay miles de buenos profesores trabajando con resultados, pero necesitan más apoyo. También he encontrado a niños magrebíes que llegaron al cole público con 11 años y ninguna noción del idioma... ¡y les aprobaron!

-¿Las chicas son más listas?

-Sacan mejores notas.

-¿Por qué?

-Ellos maduran dos años después que ellas, así que sus problemas se prolongan en la secundaria. Además, la cultura de los chicos tiende a buscar su identidad en la rebeldía y eso afecta a su rendimiento. Se observa incluso en cuestiones menores.

-Por ejemplo.

-Yo veo un examen y, sólo por la letra ilegible, ya sé que se trata de un chaval.

-La caligrafía ha caído en triste olvido.

-Les suplico que se esmeren y nada:me llegan tarde, se pelean, chillan...

-Usted ha estudiado a las ovejas negras.

-Les pregunté por los profesores y echaron pestes. Les pedí una excepción. Y me hablaron de una profesora de música.

-¡Si la música era una maría!

-Pero esta profe los trataba como adultos. Preguntaba a los chavales cómo querían enfocar la clase y ellos la respetaban