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Vida de profesor

Los malos alumnos

Los malos alumnos Acaba de publicar Álvaro Marchesi en Alianza Los malos alumnos., libro que espero adquirir en breve. Mientras tanto he de conformarme con la exquisita entrevista que le hacen hoy en La Vanguardia.

Este pedagogo propone lo siguiente:

1. Que los padres lean con sus hijos
2. Que el Estado pague las clases particulares a los alumnos más flojos
3. Que los profesores se anticipen al conflicto, que lo intuyan y que lo gestionen con cierta distancia.
4. Que se invierta más en educación, ya los países y regiones más ricos tienen menos suspensos.
5. Que los centros con más estudiantes inmigrantes reciban más dinero que aquellos sin tanta inmigración.
6. Que los profesores traten a los estudiantes como adultos y se les pregunte cómo quieren enfocar la clase.

Yo, como se pueden imaginar, estoy totalmente de acuerdo.

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ÁLVARO MARCHESI, PEDAGOGO; EXPERTO EN FRACASO ESCOLAR
"Lea con sus hijos y no les suspenderán"

Tengo 57 años. Nací en Madrid. Cada maestrillo tiene su librillo: el mío es la intuición. Casado, dos hijos: gestioné sus suspensos con comunicación y apoyo emocional. Trabajo para que la igualdad empiece en el cole. La familia que lee unida... No suspende. No sobra ni un día de vacaciones. Publico Los malos alumnos... (Alianza)

LLUÍS AMIGUET - 00:00 horas - 20/12/2004
-Miles de chavales suspendidos, ¿qué hacer?

-Los padres tenían que haber hecho los deberes ya.

-¿Hacérselos o ayudar?

-Los padres pueden marcar la diferencia entre éxito y fracaso escolar, pero años antes de que lleguen las notas. Si les leen a sus hijos desde pequeñitos y luego leen con ellos, su rendimiento será muy superior al de los niños siempre aparcados frente a la tele.

-Consejo preciso y precioso.

-Si no se ha seguido, lo mejor es reaccionar cuanto antes.Un niño con un ligero retraso es fácilmente recuperable, pero la educación es como el pelotón del Tour: cuando te quedas descolgado, remontar cada metro requiere mucho más esfuerzo que mantener la velocidad habitual de la clase.

-¿Y una vez detectado el fracaso?

-El colegio debe poner los medios: profesores con grupos muy reducidos de alumnos dos horas extra semanales de clase de apoyo.

-Las clases particulares son caras.

Más caro es recuperar sociópatas. El fracaso escolar es un camino hacia la marginación. El Estado debe pagarlas.

-¿Qué pueden hacer los padres?

-Además de apoyar su refuerzo, deben asegurar al suspendido experiencias de éxito.

-¿Aplaudirle por fracasar?

-No. Darle la oportunidad de que, aunque suspenda matemáticas o lengua, pueda triunfar en el cole en otras facetas.

-Por ejemplo.

-En los deportes o tocando un instrumento o con su relación con los animales... Cualquier actividad que los demás aprecien.

-¿Por qué?

-Sólo así el niño que fracasa en el cole reforzará su autoestima y verá en la educación una vía de gratificación, no sólo una mortificante degradación de su ego.

-¿Y el fracaso escolar de los profesores?

-¿?

-Estresados, agobiados, cansados...

-Para evitarlo deben anticiparse al conflicto, intuirlo y gestionarlo con cierta distancia.

-¿Sin implicarse emocionalmente?

-Saber distanciarse no quiere decir pasar, quiere decir saber desconectar del cole cuando acaba y tener una vida aparte. Les ayudará mucho tener amigos compañeros.

-Colegas y sin embargo amigos: difícil.

-¿Por qué algunos profesores que se enfrentan a los mismos alumnos están ilusionados y otros en cambio están agobiados?

-¿Por qué?

-Porque han encontrado un grupo en el que se apoyan mutuamente y se motivan.

-¿Demasiadas vacaciones para los profes?

-¡No!, sufren un gran desgaste emocional.

-¿Y los demás trabajadores, no?

-La pelea diaria con los alumnos es agotadora. Son vacaciones necesarias. Como es necesario más apoyo del Estado a los centros con más inmigrantes en los barrios de nivel sociocultural más bajo. Las cifras cantan.

-¿Qué cantan?

-Más presupuesto de educación, menos suspensos; más nivel sociocultural de los alumnos, menos fracaso. Y cuando hay menos fracaso, se asegura que el nivel sociocultural de todo el país será mayor en el futuro.

-¿Suspenden mucho nuestros chicos?

-Tenemos una tasa del 25 por ciento.

-¿Suspendemos entonces como sociedad?

-Sí. En la UE la media de suspensos es del 18 por ciento. En el Estado, las comunidades más ricas tienen menos suspensos: Navarra y País Vasco o Catalunya muchos menos que Extremadura y Andalucía. Lo mismo pasa en el planeta: los países prósperos aprueban.

-¿Existe una tasa natural de suspensos?

-Podríamos aceptar hasta un 15 por ciento en los niveles obligatorios de enseñanza.

-Los niños ricos suspenden menos.

-Por eso los inmigrantes deben distribuiriles se por igual entre los centros de una misma zona. Es injusto que la enseñanza pública gestione en solitario el enorme coste de integrar a los inmigrantes, que es lo que está pasando en estos momentos.

-¿Qué propone?

-Cada centro, público o concertado, debe recibir un trato específico. Un niño inmigrante llega sin saber la lengua: integrarlo exige un ímprobo esfuerzo personalizado. Es injusto que todos los centros reciban las mismas subvenciones, cuando hay institutos públicos con un 25 por ciento de inmigrantes y otros concertados que no tienen ni uno.

-¿Se está haciendo ese esfuerzo?

-Hay miles de buenos profesores trabajando con resultados, pero necesitan más apoyo. También he encontrado a niños magrebíes que llegaron al cole público con 11 años y ninguna noción del idioma... ¡y les aprobaron!

-¿Las chicas son más listas?

-Sacan mejores notas.

-¿Por qué?

-Ellos maduran dos años después que ellas, así que sus problemas se prolongan en la secundaria. Además, la cultura de los chicos tiende a buscar su identidad en la rebeldía y eso afecta a su rendimiento. Se observa incluso en cuestiones menores.

-Por ejemplo.

-Yo veo un examen y, sólo por la letra ilegible, ya sé que se trata de un chaval.

-La caligrafía ha caído en triste olvido.

-Les suplico que se esmeren y nada:me llegan tarde, se pelean, chillan...

-Usted ha estudiado a las ovejas negras.

-Les pregunté por los profesores y echaron pestes. Les pedí una excepción. Y me hablaron de una profesora de música.

-¡Si la música era una maría!

-Pero esta profe los trataba como adultos. Preguntaba a los chavales cómo querían enfocar la clase y ellos la respetaban

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