La dignidad de algunos estudiantes españoles está por los suelos
El otro día me llamó por teléfono un buen amigo mío a quien encontré muy asustado y triste. Él es un excelente profesor de filosofía en Bachillerato de los pocos que se toma su trabajo muy en serio. Aquella mañana una madre fue a verle al instituto para exigirle que aprobara a su hijo. Mi amigo, impertérrito ante lo que tuvo que escuchar, le dijo que su hijo no podía tener más de un 3 porque no había "dado ni palo" a lo largo del año y su examen no era "muy bueno". La señora (por decir algo) al oír la negativa respuesta empezó a gritar delante de mi amigo y del director del centro:
"¡"Zi "zuzpende" "m´hijo" y mi "marío" cae en una "deprezión" cojo un´escopeta y te "met´un" tiro!"
Ante tal amenaza, y aquí "la España profunda y paleta" no se anda con bromas, la dirección tuvo que escribir un informe, lo cual es lo único que en España puede hacer un pobre equipo de profesores ante la brutalidad de algunos imbéciles.
Tras la velada amenaza, la mujer se arrodilló delante de mi amigo y, entre patéticos gritos y sollozos, le imploró que aprobara su hijo, pero mi buen amigo, guiado por un recto sentido de la justicia, no cayó en la trampa de la comediante y se negó a aprobarle.
Solo espero que no le "metan un tiro". Esa mujer debería estar en la cárcel una temporado y su hijo en un centro de acogida ya que convivivr con esos energúmenos es muy malo para la salud mental de cualquiera, y si no me creen les urjo a que lean este excelente artículo del escritor y académico Pérez Reverte.