Último día de clase de Psicología
Hoy ha sido el último día de la clase de Psicología de 2º de Bachillerato. Tras 9 meses de convivencia durante 4 horas a la semana, he de reconocer que he tomado cariño a mis estudiantes y va a ser difícil que les olvide. Por orden alfabético os digo que...
Te recordaré Alma, y a tu perfeccionismo mezclado con un toque de rebeldía. Muchas suerte en tus estudios de psicología o psiquiatría. Espero que te sirva lo aprendido durante toda la carrera y en tu vida profesional y personal.
Te recordaré Ana Belén, y a tu madurez, serenidad y aplomo, que espero que se haya aumentado con nuestra clases.
Te recordaré Ángela, y a tu ofrecimiento para someterte a la hipnosis aquel día de octubre que nos dejó a todos impresionados. Espero que la orden que te di de no fumar siga surtiendo efecto
Te recordaré Bego, y a tu inteligentísimo sentido del humor que, como recordarás, sacaba de mí la más sonora de las carcajadas, incluso cuado me imitabas. Sigue con tu blog que leeré de vez en cuando... no olvides que cada día tienes más lectores.
Te recordaré Carmen, como la chica más sincera, más clara, más diáfana y sin miedo de decir lo que piensas sin tener en cuenta quien es tu interlocutor. Seguro que eso te trae problemillas en la vida, pero tu conciencia está tranquila... ¿qué más puedes pedir? Por tu dejadez a la hora de estudiar, el mundo va a perder a una excelente abogada... eso es injusto para con tus posibles futuros clientes.
Te recordaré Carolina, como la chica más tímida que jamás he conocido pero que ya ha puesto los primeros peldaños para la sociabilidad excelsa y el disfrute de los otros... porque eso era lo que querías. Además te cortate el pelo en un acto de rebeldía tal que ninguno de los presentes aquel día olvidaremos.
Te recordaré Elena, como la chica callada que cada vez se hizo más extravertida y que me pedía constantemente clases de relajación o de hipnosis o de café filosófico.
Te recordaré Helena, como la estudiante consciente que vive el momento y que no ve el futuro nada claro, con lo que obraste en consecuencia. Fuiste valiente en tomar aquella decisión y espero que te vaya muy bien en la vida que has elegido lejos de titulitis.
Te recordaré Javier, como el chico callado pero de comentarios inteligentes, de la calma ante los tumultos que llegaron a surgir en nuestra clase y del trabajo serio, riguroso y ejemplarizante.
Te recordaré Mariave, y a tu enorme interés por la criminología. Espero que resuelvas casos importantes y que disfrutes de tu trabajo.
Te recordaré, Montse y a tu mal genio cuando me ponía serio ante tu regular comportamiento; pero era un genio noble y no rencoroso. Muchas suerte en tu trabajo de vendedora, sé muy feliz con tu novio
y no te conformes con aquello que nos confesaste aquel día.
Te recordaré Virginia, y a tu fe en el I Ching que yo, como profesor de una ciencia de la razón, he de decirte que es una patraña aunque siempre haya acertado en sus pronósticos.
Te recordaré Conchi, y a tu interés por la clase a pesar del tiempo que te quitaba tu trabajo.
Espero que a todos os haya servido esta clase y que, aunque no recordéis, por ejemplo, quién fue Kohlberg, sí que hayáis interiorizado valores que os hagan felices a vosotros y a los demás.
Un gran, gran abrazo.
Rafael, vuestro ex-profe que ahora sí que podéis considerar amigo.
Te recordaré Alma, y a tu perfeccionismo mezclado con un toque de rebeldía. Muchas suerte en tus estudios de psicología o psiquiatría. Espero que te sirva lo aprendido durante toda la carrera y en tu vida profesional y personal.
Te recordaré Ana Belén, y a tu madurez, serenidad y aplomo, que espero que se haya aumentado con nuestra clases.
Te recordaré Ángela, y a tu ofrecimiento para someterte a la hipnosis aquel día de octubre que nos dejó a todos impresionados. Espero que la orden que te di de no fumar siga surtiendo efecto
Te recordaré Bego, y a tu inteligentísimo sentido del humor que, como recordarás, sacaba de mí la más sonora de las carcajadas, incluso cuado me imitabas. Sigue con tu blog que leeré de vez en cuando... no olvides que cada día tienes más lectores.
Te recordaré Carmen, como la chica más sincera, más clara, más diáfana y sin miedo de decir lo que piensas sin tener en cuenta quien es tu interlocutor. Seguro que eso te trae problemillas en la vida, pero tu conciencia está tranquila... ¿qué más puedes pedir? Por tu dejadez a la hora de estudiar, el mundo va a perder a una excelente abogada... eso es injusto para con tus posibles futuros clientes.
Te recordaré Carolina, como la chica más tímida que jamás he conocido pero que ya ha puesto los primeros peldaños para la sociabilidad excelsa y el disfrute de los otros... porque eso era lo que querías. Además te cortate el pelo en un acto de rebeldía tal que ninguno de los presentes aquel día olvidaremos.
Te recordaré Elena, como la chica callada que cada vez se hizo más extravertida y que me pedía constantemente clases de relajación o de hipnosis o de café filosófico.
Te recordaré Helena, como la estudiante consciente que vive el momento y que no ve el futuro nada claro, con lo que obraste en consecuencia. Fuiste valiente en tomar aquella decisión y espero que te vaya muy bien en la vida que has elegido lejos de titulitis.
Te recordaré Javier, como el chico callado pero de comentarios inteligentes, de la calma ante los tumultos que llegaron a surgir en nuestra clase y del trabajo serio, riguroso y ejemplarizante.
Te recordaré Mariave, y a tu enorme interés por la criminología. Espero que resuelvas casos importantes y que disfrutes de tu trabajo.
Te recordaré, Montse y a tu mal genio cuando me ponía serio ante tu regular comportamiento; pero era un genio noble y no rencoroso. Muchas suerte en tu trabajo de vendedora, sé muy feliz con tu novio
y no te conformes con aquello que nos confesaste aquel día.
Te recordaré Virginia, y a tu fe en el I Ching que yo, como profesor de una ciencia de la razón, he de decirte que es una patraña aunque siempre haya acertado en sus pronósticos.
Te recordaré Conchi, y a tu interés por la clase a pesar del tiempo que te quitaba tu trabajo.
Espero que a todos os haya servido esta clase y que, aunque no recordéis, por ejemplo, quién fue Kohlberg, sí que hayáis interiorizado valores que os hagan felices a vosotros y a los demás.
Un gran, gran abrazo.
Rafael, vuestro ex-profe que ahora sí que podéis considerar amigo.
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Ana Belén -
Montse -
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