Syriana
Si uno ve la película Syriana, al igual que El señor de la guerra, no se puede quedar practicando la ataraxia (la imperturbabilidad del alma) al igual que hacían los estoicos. ¿Y si resulta que, siendo maniqueos, los estadounidenses son los malos y los iraníes los buenos? ¿Y si resulta que cuando un dirigente de Oriente Próximo quiere beneficiar y dotar de derechos humanos a su pueblo los norteamericanos lo impiden porque perjudicaría a la economía occidental? ¿Y si resulta que la democracia en esos países musulmanes no conviene a la industria petrolera y, por tanto, ésta incentiva los sistemas totalitarios de poder? ¿Y si resulta que Oriente Próximo se estabilizara en detrimento de la estabilidad de Europa? Todo eso lo plantean estas dos películas estadounidenses.
Los gobiernos occidentales han de garantizar el pleno empleo a su población y para ello es necesario un sistema económico que lo permita. ¿Y cual es la garantía para que el sistema no colapse? Solución: Seguir fastidiando al Oriente Islámico.
Recomiendo vivamente a todos aquellos que tengan una opinión clara sobre el conflicto entre Israel y Líbano que vean esta película. En España somos muy dados a tener opiniones de todo sin tener idea de nada. Ver esta película ayudará a pensar para liarnos más y no tener las ideas tan claras. Curioso eso del carácter español de optar por uno o por otro sin tener todos los datos del problema. En realidad pensamos lo que otros quieren que pensemos. Yo, desde luego, no tengo nada claro.
No se pierdan este extraordinario mapa mental sobre la película.
ACTUALIZACIÓN
La curiosidad me ha llevado a leer el libro en el que está basada la película (Soldado de la CIA, de Robert Baer, editorial Crítica, Barcelona, 2002). Hay que reconocer que los espías sabrán moverse muy bien por países conflictivos, pero a la hora de escribir dejan un tanto que desear. Sin embargo el interés de este libro no lo suscita el estilo literario sino los datos y la información concreta, ya que sirve para conocer los entresijos diplomáticos y los acuerdos entre gente indeseable en los momentos previos a la decisión de intervenir militarmente. El autor hace una crítica procaz a la CIA por haber relajado sus costumbres y ser menos expeditiva, actitud esta que ha retomado Bush, lo cual debe alegrar al "escritor" aunque el mundo sea mucho más violento que antaño.
4 comentarios
Anónimo -
De hecho, tu frase "Los gobiernos occidentales han de garantizar el pleno empleo a su población y para ello es necesario un sistema económico que lo permita. ¿Y cual es la garantía para que el sistema no colapse? Solución: Seguir fastidiando al Oriente Islámico." lo confirma:) No tienes ni idea de economia (Pleno empleo?¿?¿ donde? Donde? yuhuuu)
Estefanía -
Zuriñe -
Rafael, me presento, soy Zuriñe o Blanca (es el mismo nombre solo que uno es euskera), voy a trabajar con Enrique Castro, en ese proyecto que está moviendo con tanta energía. Espero que nos veamos. Me está pasando los colaboradores y de ahí he entrado en la web. Saludos.
Eduardo Larequi -
A mí también me han gustado bastante Syriana y El señor de la guerra. A lo mejor te interesan mis reseñas, publicadas en mi blog, La Bitácora del Tigre (no te pongo los enlaces porque a lo mejor tu sistema interpreta el comentario como spam).
Un saludo muy cordial de Eduardo Larequi.