El traje
Al principio entré en una pequeña tienda de ropa, vi unos cuantos trajes y elegí uno. El dueño me pedía 150 dólares, lo cual me parecía excesivo, así que intenté regatear con él pero el hombre se enfadó. Parece que le herí su orgullo y sin mirarme me quitó el traje y lo colgó donde estaba.
De esta guisa me encaminé a buscar otra tienda cuando me encuentro, casualmente, a dos alumnas. Estaban sin hacer nada porque su profesora había faltado a clase, así que se ofrecieron para ayudarme a encontrar el traje de marras. Me llevaron en taxi por varias tiendas y tuve una pequeña, pero amable, discusión con ellas porque no me dejaron pagar al taxista.
Tras varias tiendas vistas y unos precios desorbitados vi que el coste del primer traje era más que justo, aparte de elegante. De este modo volvimos a la tienda del atrabiliario mercader quien cambió su rostro cuando mis alumnas le explicaron que venía de España para dar clases en la Universidad. Su displicencia se tornó en amabilidad excesiva y en movimientos continuos de la mano derecha hacia su corazón. Yo me llevé el traje, el comerciante se ganó un buen dinero, mis alumnas mejoraron su español práctico y todos iniciamos una bonita amistad.
1 comentario
Maria Azari -
Ha cambiado en un recuerdo bonito,acompanar el professor y tarducir para el,lo que ocurre en alrededor. Era un dia inolvidable,dia de comprar tarje, por que estuvo un clase de espanol en las calles ,tiendas en los centros comerciales y en Taxi de la ciudad de Teheran. Tarnsmitir la cultura y conocer bien la gente .
Estuvo un nuevo experimiento para nosotras.
Al fin debo decir feliz el dia de Hispanidad