Los retos de la enseñanza
El reto de la enseñanza española es el siguiente:
1. Que cada profesor tenga una aula propia, a la cual se desplazan los alumnos cuando les toque esa clase. De este modo el profesor se cuidará muy y mucho de que esté en condiciones, limpia, sin estropicios y, ante todo, bien decorada, no con la frialdad que impera en nuestros centros. Cuando las cosas son de todos nadie las cuida.
2. Que en cada aula de cada profesor haya un ordenador conectado a Internet y a un proyector. La tecnología motiva al alumno y facilita enormente el aprendizaje significativo.
3. Que el profesorado ponga absolutamente todo lo que pasa en el aula y los trabajos de sus alumnos en Internet. De este modo los padres pueden ver la evolución de su hijo. Igualmente deben estar en la red la presentaciones Power Point y materiales didácticos que se han utilizado para que el alumno pueda repasar.
4. Que el profesor esté en contacto por email con los alumnos, mandándoles artículos, planes de trabajo, críticas al modo de trabajar en el aula o felicitaciones.
Todo esto aliviaría (porque el alumno está más motivado) otros problemas de los que el profesor no está cualificado para resolver, como dice el artículo de La vanguardia de hoy:
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LOS RETOS EN LA ENSEÑANZA. La difícil tarea de los profesores de secundaria
Pluriempleo a pie de aula
Cuando el profesor es además confidente, enfermero, psicólogo, traductor y mediador
MERCÈ BELTRAN - La Vanguardia 03/10/2004 http://www.lavanguardia.es/web/20041003/51165004943.html
Barcelona
Miguel llega al instituto a las ocho de la mañana. En la mesa de su despacho le espera una agenda escolar de un alumno de 3.º de ESO con un breve escrito de otro profesor en el que le pregunta qué hacer. Las anotaciones que llenan el dietario no tienen desperdicio. Su contenido sexual roza la grosería.
Miguel se va a su primera clase y en el intervalo con la siguiente llama al muchacho. Tras hablar largo rato con él, llega a la conclusión de que las palabras del alumno son algo más que un simple juego provocador. El siguiente paso es hablar con el equipo de profesores y ver qué se hace. Miguel es profesor de biología, tutor de un grupo y coordinador de departamento, pero cuando conviene, que es bastante a menudo, se convierte en confidente, enfermero, psicólogo, traductor, mediador entre alumnos o transmisor de valores. Además de dar clases a dos grupos de ESO, uno de 2.º y otro de 4.º, tiene dos créditos variables. Ah! a él también le corresponde impartir clases de educación vial. "Ése es otro de los paquetes que nos han caído". Miguel es un gran defensor de la enseñanza pública, lleva en ella desde 1976, y las ha visto de todos los colores, pero la paleta nunca había tenido tantos matices como ahora.
Éstas son ref lexiones de varios profesores de secundaria sobre algunos de los problemas que se les plantean cotidianamente. Los docentes tienen la sensación de que se pasan el día apagando incendios y que, en muchos casos, tienen que sustituir a los padres porque éstos han hecho dejación de sus responsabilidades respecto a los chavales. Gran contradicción cuando son los progenitores los que más ponen en duda la tarea de los profesores.
DESGASTE. "No estamos quemados. Creo que el porcentaje de docentes que lo está es el mínimo. Los profesores somos entusiastas, gente que cree en la profesión. Hemos luchado mucho para tener una escuela para todo el mundo, y ahora que la hemos conseguido queremos una escuela de calidad. La escolarización obligatoria hasta los 16 años es un progreso social, aunque también comporta problemas. Este país no ha creído nunca en la educación ni en la formación profesional. Un gobierno puede tener muy buenas intenciones, hacer grandes declaraciones de principios, pero si no prioriza, si no pone dinero y se dedica a hacer planes sin hablar con los profesores, todo queda a medias. Los programas de formación para los profesores tampoco funcionan".
INMIGRACIÓN. "Es el gran reto pero no el único. Casi todas las acciones del Gobierno van encaminadas a la integración de los alumnos inmigrantes, pero muchas de las soluciones que se aportan no tienen demasiado sentido. La escuela concertada también debe asumir su responsabilidad. Las aulas de acogida pueden ir bien en algunos centros, pero no en todos. No es lo mismo un recién llegado de Latinoamérica que un chino o un magrebí. No puede haber un tratamiento uniforme. Nos tendrían que dar más autonomía para poder decidir cómo nos organizamos. Tenemos capacidad para hacer cosas; el problema es que cualquier paso que damos implica una burocracia enorme y muchas veces prefieres poner parches antes que pedir autorización para hacer algo. En este asunto, como en otros, no nos han preguntado".
PROGRAMA DE SALUT. "Está bien que nos pongan un enfermero, o un psiquiatra, o nos digan cuál es nuestro centro de asistencia primaria de referencia y que podamos saltarnos, en casos graves, las listas de espera. ¿Pero hasta qué punto eso resolverá las dificultades que crean en la dinámica de las clases los chavales con alteraciones de conducta? La diversidad de alumnado que tenemos precisa acciones diferenciadas. La uniformidad tampoco vale en este caso".
MÁQUINAS DE PRESERVATIVOS. "No tiene sentido ponerlas en los IES. Los chavales los pueden comprar en cualquier supermercado o en la farmacia; los que no los adquieren allí porque les da corte tampoco lo harán en el instituto. Hay programas de información sexual muy interesantes y es cierto que tienen poca y confusa si lo comparamos con lo pronto que inician sus relaciones sexuales completas".
CONDUCTA ALIMENTARIA. "Tenemos un grave problema de obesidad. No tienen hábitos alimentarios coherentes. La comida precocinada, las chuches y la bollería son los elementos básicos de su dieta. ¿Por qué no ponen máquinas expendedoras de agua y fruta gratuita en lugar de máquinas de condones?"
PORROS. "En los centros no suele haber droga, y cuando la detectamos se aplican medidas. Lo que no podemos es controlar lo que sucede fuera. ¿Qué esperar de unos chavales cuyos padres minimizan el efecto de los canutos o fuman habitualmente porros?"
CALENDARIO ESCOLAR. "Abrir más horas los centros no solventará los problemas. Las horas lectivas son las que son y si se reparten las vacaciones -a finales de octubre, finales de febrero y dos semanas en Semana Santa-, ¿qué dirán entonces las familias? La escuela no es un guarda niños.Hay que buscar otros sistemas. Para compatibilizar la vida laboral con la familiar es precisa la implicación de toda la sociedad y no es lógico trasladar sólo a la escuela ese debate".
DISCIPLINA. "Los alumnos están convencidos de que en la escuela pueden hacer lo que quieran, porque en su casa lo hacen. El límite, para ellos y para muchos de sus padres, es matar o robar, todo lo demás está autorizado. Existe una desorientación enorme sobre las normas de convivencia, civismo, respeto y disciplina y, también, sobre el concepto y lo que implica la autoridad. El alumno considera que los límites los pone él. Además, la dirección de los centros carece de poder real para hacer cumplir las normas. Los alumnos se pasan y nosotros no siempre sabemos cómo hacerles retroceder. Constantemente estás discutiendo con ellos y las normas no están para discutirlas o negociarlas, están para cumplirlas. El sentido común siempre es un buen aliado".
1. Que cada profesor tenga una aula propia, a la cual se desplazan los alumnos cuando les toque esa clase. De este modo el profesor se cuidará muy y mucho de que esté en condiciones, limpia, sin estropicios y, ante todo, bien decorada, no con la frialdad que impera en nuestros centros. Cuando las cosas son de todos nadie las cuida.
2. Que en cada aula de cada profesor haya un ordenador conectado a Internet y a un proyector. La tecnología motiva al alumno y facilita enormente el aprendizaje significativo.
3. Que el profesorado ponga absolutamente todo lo que pasa en el aula y los trabajos de sus alumnos en Internet. De este modo los padres pueden ver la evolución de su hijo. Igualmente deben estar en la red la presentaciones Power Point y materiales didácticos que se han utilizado para que el alumno pueda repasar.
4. Que el profesor esté en contacto por email con los alumnos, mandándoles artículos, planes de trabajo, críticas al modo de trabajar en el aula o felicitaciones.
Todo esto aliviaría (porque el alumno está más motivado) otros problemas de los que el profesor no está cualificado para resolver, como dice el artículo de La vanguardia de hoy:
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LOS RETOS EN LA ENSEÑANZA. La difícil tarea de los profesores de secundaria
Pluriempleo a pie de aula
Cuando el profesor es además confidente, enfermero, psicólogo, traductor y mediador
MERCÈ BELTRAN - La Vanguardia 03/10/2004 http://www.lavanguardia.es/web/20041003/51165004943.html
Barcelona
Miguel llega al instituto a las ocho de la mañana. En la mesa de su despacho le espera una agenda escolar de un alumno de 3.º de ESO con un breve escrito de otro profesor en el que le pregunta qué hacer. Las anotaciones que llenan el dietario no tienen desperdicio. Su contenido sexual roza la grosería.
Miguel se va a su primera clase y en el intervalo con la siguiente llama al muchacho. Tras hablar largo rato con él, llega a la conclusión de que las palabras del alumno son algo más que un simple juego provocador. El siguiente paso es hablar con el equipo de profesores y ver qué se hace. Miguel es profesor de biología, tutor de un grupo y coordinador de departamento, pero cuando conviene, que es bastante a menudo, se convierte en confidente, enfermero, psicólogo, traductor, mediador entre alumnos o transmisor de valores. Además de dar clases a dos grupos de ESO, uno de 2.º y otro de 4.º, tiene dos créditos variables. Ah! a él también le corresponde impartir clases de educación vial. "Ése es otro de los paquetes que nos han caído". Miguel es un gran defensor de la enseñanza pública, lleva en ella desde 1976, y las ha visto de todos los colores, pero la paleta nunca había tenido tantos matices como ahora.
Éstas son ref lexiones de varios profesores de secundaria sobre algunos de los problemas que se les plantean cotidianamente. Los docentes tienen la sensación de que se pasan el día apagando incendios y que, en muchos casos, tienen que sustituir a los padres porque éstos han hecho dejación de sus responsabilidades respecto a los chavales. Gran contradicción cuando son los progenitores los que más ponen en duda la tarea de los profesores.
DESGASTE. "No estamos quemados. Creo que el porcentaje de docentes que lo está es el mínimo. Los profesores somos entusiastas, gente que cree en la profesión. Hemos luchado mucho para tener una escuela para todo el mundo, y ahora que la hemos conseguido queremos una escuela de calidad. La escolarización obligatoria hasta los 16 años es un progreso social, aunque también comporta problemas. Este país no ha creído nunca en la educación ni en la formación profesional. Un gobierno puede tener muy buenas intenciones, hacer grandes declaraciones de principios, pero si no prioriza, si no pone dinero y se dedica a hacer planes sin hablar con los profesores, todo queda a medias. Los programas de formación para los profesores tampoco funcionan".
INMIGRACIÓN. "Es el gran reto pero no el único. Casi todas las acciones del Gobierno van encaminadas a la integración de los alumnos inmigrantes, pero muchas de las soluciones que se aportan no tienen demasiado sentido. La escuela concertada también debe asumir su responsabilidad. Las aulas de acogida pueden ir bien en algunos centros, pero no en todos. No es lo mismo un recién llegado de Latinoamérica que un chino o un magrebí. No puede haber un tratamiento uniforme. Nos tendrían que dar más autonomía para poder decidir cómo nos organizamos. Tenemos capacidad para hacer cosas; el problema es que cualquier paso que damos implica una burocracia enorme y muchas veces prefieres poner parches antes que pedir autorización para hacer algo. En este asunto, como en otros, no nos han preguntado".
PROGRAMA DE SALUT. "Está bien que nos pongan un enfermero, o un psiquiatra, o nos digan cuál es nuestro centro de asistencia primaria de referencia y que podamos saltarnos, en casos graves, las listas de espera. ¿Pero hasta qué punto eso resolverá las dificultades que crean en la dinámica de las clases los chavales con alteraciones de conducta? La diversidad de alumnado que tenemos precisa acciones diferenciadas. La uniformidad tampoco vale en este caso".
MÁQUINAS DE PRESERVATIVOS. "No tiene sentido ponerlas en los IES. Los chavales los pueden comprar en cualquier supermercado o en la farmacia; los que no los adquieren allí porque les da corte tampoco lo harán en el instituto. Hay programas de información sexual muy interesantes y es cierto que tienen poca y confusa si lo comparamos con lo pronto que inician sus relaciones sexuales completas".
CONDUCTA ALIMENTARIA. "Tenemos un grave problema de obesidad. No tienen hábitos alimentarios coherentes. La comida precocinada, las chuches y la bollería son los elementos básicos de su dieta. ¿Por qué no ponen máquinas expendedoras de agua y fruta gratuita en lugar de máquinas de condones?"
PORROS. "En los centros no suele haber droga, y cuando la detectamos se aplican medidas. Lo que no podemos es controlar lo que sucede fuera. ¿Qué esperar de unos chavales cuyos padres minimizan el efecto de los canutos o fuman habitualmente porros?"
CALENDARIO ESCOLAR. "Abrir más horas los centros no solventará los problemas. Las horas lectivas son las que son y si se reparten las vacaciones -a finales de octubre, finales de febrero y dos semanas en Semana Santa-, ¿qué dirán entonces las familias? La escuela no es un guarda niños.Hay que buscar otros sistemas. Para compatibilizar la vida laboral con la familiar es precisa la implicación de toda la sociedad y no es lógico trasladar sólo a la escuela ese debate".
DISCIPLINA. "Los alumnos están convencidos de que en la escuela pueden hacer lo que quieran, porque en su casa lo hacen. El límite, para ellos y para muchos de sus padres, es matar o robar, todo lo demás está autorizado. Existe una desorientación enorme sobre las normas de convivencia, civismo, respeto y disciplina y, también, sobre el concepto y lo que implica la autoridad. El alumno considera que los límites los pone él. Además, la dirección de los centros carece de poder real para hacer cumplir las normas. Los alumnos se pasan y nosotros no siempre sabemos cómo hacerles retroceder. Constantemente estás discutiendo con ellos y las normas no están para discutirlas o negociarlas, están para cumplirlas. El sentido común siempre es un buen aliado".
1 comentario
celia -
Una maestra a veces desorientada porque no sé cómo actuar frente a algunos temas (no porque no sepa o no quiera, sino porque no sé hasta que punto una se puede meter en un lío, pues al parecer hoy en día solo los padres o los menores tienen todas las de ganar)
Un abrazo.