Lógica cienciológica y ética dianética
Ayer paseaba por Madrid junto al Ateneo cuando quedé deslumbrado por un remodelado edificio en el que se leía un bonito cartel que decía "Iglesia de la Cienciología". Tras sus enormes cristaleras se podía ver como se hacía proselitismo a los incautos sin necesidad de ocultamiento.
Uno de los personajillos que suelen estar a las puertas repartiendo panfletos me dio uno (lo pueden ver en la foto) y no pude evitar tener el siguiente diálogo con él:
-Debe ser usted muy feliz en esta asociación como para querer que más gente se una a ella.
-Soy muy feliz, en efecto. Pase ahora mismo y lo comprobará.
-No gracias. ¿Qué es lo que le aporta?
-Mucho, todo. Mi vida es la Iglesia de la Cienciología. Pero pase y verá que es cierto lo que digo.
-No gracias. Me alegro de que usted sea tan dichoso. Pero recuerde que lo más bonito que tiene el ser humano es la libertad, o al menos cierto grado de ella, y que es una desgracia ser feliz a costa de autoengañarnos o dejarnos engatusar por sectas destructivas como esta.
-Pase y comprobará que no es una secta.
-No gracias. Prefiero seguir libre, con mis dudas y apreciando los momentos felices que se presentan a mi conciencia sin tapujos ni "comidas de cerebros".
Mientras me iba pensé para mis adentros "¡qué diantres!, el tipo este, que tiene pinta de emigrante, es feliz porque los de la secta le han buscado un trabajo y le han arreglado los papeles, ¡es un Fausto contemporáneo!".
Uno de los personajillos que suelen estar a las puertas repartiendo panfletos me dio uno (lo pueden ver en la foto) y no pude evitar tener el siguiente diálogo con él:
-Debe ser usted muy feliz en esta asociación como para querer que más gente se una a ella.
-Soy muy feliz, en efecto. Pase ahora mismo y lo comprobará.
-No gracias. ¿Qué es lo que le aporta?
-Mucho, todo. Mi vida es la Iglesia de la Cienciología. Pero pase y verá que es cierto lo que digo.
-No gracias. Me alegro de que usted sea tan dichoso. Pero recuerde que lo más bonito que tiene el ser humano es la libertad, o al menos cierto grado de ella, y que es una desgracia ser feliz a costa de autoengañarnos o dejarnos engatusar por sectas destructivas como esta.
-Pase y comprobará que no es una secta.
-No gracias. Prefiero seguir libre, con mis dudas y apreciando los momentos felices que se presentan a mi conciencia sin tapujos ni "comidas de cerebros".
Mientras me iba pensé para mis adentros "¡qué diantres!, el tipo este, que tiene pinta de emigrante, es feliz porque los de la secta le han buscado un trabajo y le han arreglado los papeles, ¡es un Fausto contemporáneo!".
5 comentarios
grupo_elron -
maike -
Encarnacion -
en qué se basa tu miedo a la esclavitud? finalmente el ignorante es el más esclavo de todos
OSCAR PARDO (COLOMBIA) -
ADEMÁS,ES BASTANTE "ARCÁICO" OPINAR ACERCA DE ALGO SIN CONOCERLO!! PORQUÉ NO ACEPTÓ ENTRAR AL EDIFICIO PARA COMPROBAR QUE PERTENECÍA UNA SECTA?? PARA QUE FUERA SU REALIDAD Y NO SU OPINIÓN!! QUE PENA POR TÍ... PORQUÉ SOLO HABÁ UN COMENTARIO???
bacterio -