Semana Santa Digital
Hace unos días recibí dos pizarras digitales que son una auténtica maravilla. Una es portátil y la otra es fija, como un televisor gigante de esos de pantalla de plasma-no-se-qué.
La portátil permite que el profesor se pasee por el aula mientras va escribiendo en ella lo cual va apareciendo en la pantalla a través de un videoproyector. Lo mejor es que el alumno también puede utilizarla desde su sitio, acceder a Internet, escribir, resolver problemas, hacer ejercicios, redactar artículos... Facilita sobremanera la interacción.
La otra pizarra, la gigante, marca sencillamente un giro copernicano a la hora de entender la docencia. Hay un antes y un después de esta pizarra. Uno escribe con tiza digital sobre la pantalla-pizarra; se puede escribir sobre cualquier software, acceder a Internet, ver películas, subrayar textos, y otras posibilidades que aún están por descubrir.
Como sé que no se han hecho ustedes una idea cierta de lo que supone todo esto ya mandaré fotografías y escribiré algún articulito al respecto.
Estamos de enhorabuena los profesores que tenemos alergia al polvo blanco (de tiza) y, lo que es más importante, también hay que felicitar a los alumnos a los que no se les ha dado hasta el momento la posibilidad de explorar los problemas directamente y de primera mano, lo cual convertía el aula en una payasada y una burla (como dice Lipman en la página 57 de su sensacional Pensamiento complejo y educación
La portátil permite que el profesor se pasee por el aula mientras va escribiendo en ella lo cual va apareciendo en la pantalla a través de un videoproyector. Lo mejor es que el alumno también puede utilizarla desde su sitio, acceder a Internet, escribir, resolver problemas, hacer ejercicios, redactar artículos... Facilita sobremanera la interacción.
La otra pizarra, la gigante, marca sencillamente un giro copernicano a la hora de entender la docencia. Hay un antes y un después de esta pizarra. Uno escribe con tiza digital sobre la pantalla-pizarra; se puede escribir sobre cualquier software, acceder a Internet, ver películas, subrayar textos, y otras posibilidades que aún están por descubrir.
Como sé que no se han hecho ustedes una idea cierta de lo que supone todo esto ya mandaré fotografías y escribiré algún articulito al respecto.
Estamos de enhorabuena los profesores que tenemos alergia al polvo blanco (de tiza) y, lo que es más importante, también hay que felicitar a los alumnos a los que no se les ha dado hasta el momento la posibilidad de explorar los problemas directamente y de primera mano, lo cual convertía el aula en una payasada y una burla (como dice Lipman en la página 57 de su sensacional Pensamiento complejo y educación
2 comentarios
Anónimo -
Con esto le quiero decir que pedagógicamente no supone ningún giro copernicano, puesto que el concepto de enseñanza sigue partiendo del propio profesor al presentar a la globalidad de la clase los contenidos. Sin embargo, no le niego que esta herramienta es más versátil que otras que existen y que hace el aprendizaje más atractivo, no sólo por lo novedoso sino por el propio formato.
Anónimo -