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Vida de profesor

Mis alumnas



Tengo alumnas que han deducido la teoría de los tres estados de Comte sin haber oído hablar jamás de este racista filósofo. Otras a las que se les pasan muy rápido mis clases. Algunas que se relajan tanto que aprenden Psicología como si estuvieran tomando café. Las hay que cambian tan frecuentemente de humor que uno no sabe a qué atenerse, pero uno se calma cuando se cerciora de que no es algo personal. Varias permanecen silentes y es imposible abrirles la boca por más que lo intente. Las hay listas y trabajadoras, listas y perezosas y listas y relistas. Risueñas, alegres, tristes, desconfiadas, motivadas, decepcionadas, abrumadas, anonadadas, esperanzadas, pesimistas, optimistas, desganadas, energéticas y entusiasmadas.Las tengo quejicas y aduladoras, agradecidas e indiferentes.

Pero, antes que nada, todas tienen un factor en común: están desarrollando a marchas forzadas su capacidad de pensar. ¡Gracias!

2 comentarios

Anónimo -

no te quejes de tus alumnas que en el fondo somos buenas y gracias por la parte que nos toca

yerma -

Yo también soy profesora. Tenemos que tener claro que no es porque seamos nosotros cuando parece que están en otro mundo. También hemos sido alumnos. DE hecho por la tardes voy a un curso como alumna y me pasa lo mismo en ocasiones. Lo imprtante es lo que dices, que parece que empiezan a pensar.
Ánimo