Pregúntale a Platón
Hace unos días adquirí un par de libros con el fin de sacar ideas para interesar a mis alumnos de Filosofía el próximo curso. Convertidos en superventas en Estados Unidos, Más Platón y menos Prozac y Pregúntale a Platón (editorial Byblos), se me mostraron como vil señuelo para captar la atención de los estudiantes
vana esperanza la mía.
Tras la lectura de las mil páginas que suman los dos libros de Lou Marinoff, uno pasa por decenas de casos de aplicaciones prácticas de la Filosofía, las cuales no dejan de ser sesiones psicológicas con un alto componente literario. Lo peor de todo es que al final recomienda el autor resolver nuestros problemas leyendo el I Ching . ¿Con qué cara puedo proponer esta aberrante idea a mis alumnos?
La idea de recetar ideas como si fueran pildoritas de Prozac es buena. Pero nadie como un buen amigo, inteligente, culto y que te conozca, para que las recete.
Tendré que seguir buscando libros que capten el interés de los pupilos, sin recurrir al manoseado y vulgar El mundo de Sofía. Estoy abierto a sus propuestas. De momento esperan en la mesita de noche a puntito de acabar su lectura El fin del hombre de Fukuyama y La filosofía, maestra de vida. Respuestas a las inquietudes de la mujer de hoy de Mónica Cavallé. De momento muy, pero que muy, sencillitos.
Tras la lectura de las mil páginas que suman los dos libros de Lou Marinoff, uno pasa por decenas de casos de aplicaciones prácticas de la Filosofía, las cuales no dejan de ser sesiones psicológicas con un alto componente literario. Lo peor de todo es que al final recomienda el autor resolver nuestros problemas leyendo el I Ching . ¿Con qué cara puedo proponer esta aberrante idea a mis alumnos?
La idea de recetar ideas como si fueran pildoritas de Prozac es buena. Pero nadie como un buen amigo, inteligente, culto y que te conozca, para que las recete.
Tendré que seguir buscando libros que capten el interés de los pupilos, sin recurrir al manoseado y vulgar El mundo de Sofía. Estoy abierto a sus propuestas. De momento esperan en la mesita de noche a puntito de acabar su lectura El fin del hombre de Fukuyama y La filosofía, maestra de vida. Respuestas a las inquietudes de la mujer de hoy de Mónica Cavallé. De momento muy, pero que muy, sencillitos.
4 comentarios
Rafael -
Tío Petros, conozco la obra de Russell, quien desde niño me insertó la simiente de la duda con su "Por qué no soy cristiano". De acuerdo con usted en lo de la sencillez... ¿El blog de todos los blogs puede contenerse a sí mismo?
TioPetros -
En mi opinión, tal es el caso de "La conquista de la felicidad", de Bertrand Russell. En este caso, el filósofo es además un científico de primera fila, matemático insigne y premio nobel de literatura.
Creo que la simplicidad aparente de este libro es un emgaño, y que es muy profundo todo lo que allá está escrito... pero eso es mi opinión, y con las opiniones ya se sabe lo que pasa...
Esther Roth -
Carmen -
Te recomiendo "Lo que Sócrates diría a Woody Allen".
Más info en http://www.elcultural.es/HTML/20031030/Letras/LETRAS8111.asp