Mi maleta
Esta que ven en la foto es mi maleta. La estoy contemplando ahora mismo desde la ventanilla de mi avión justo antes de partir hacia España y estoy asustadísimo porque el ponedor de equipajes le acaba de dar un golpetazo mortal de necesidad.
Hace poco que empezamos nuestra relación, pero me temo que durará poco. La conocí en una tienda española y me la presentó Air France por haberme roto la anterior. Mi antigua maleta, comprada en China por 5 euros, no resistió los envites de los manipuladores así que me indemnizaron, digo yo que por daños morales porque no valía un machacante.
En fin, que mi maleta actual, valorada en 70 euros, está herida de muerte y lo que es peor, no tengo derecho a reclamar porque tenía sobrepeso. ¿Saben ustedes la desorbitante cantidad que tuve que pagar por ese exceso de equipaje? A quien lo adivine le mandaré un pequeño regalo viva en el país que viva (mis lectores me leen desde más de 14 países los cual insufla mi ego).
Mientras sobrevuelo las rutinarias tierras de Iowa y hago oídos sordos a la película de turno (no sé qué de una sonrisa en la Gioconda, que se llama), trato de contener la rabia y sacar algo positivo de todo esto: alguien recibirá un bonito regalo en algún lugar del planeta.
PASADAS UNAS HORAS
Llego a Philadelphia y me dicen que hay overbooking para coger el siguiente vuelo que me llevaría a Madrid. Me dan 400 dólares, estipendio para comidas y noche de Hotel en el Ramada. Me alegro pues me permite conocer Philadelphia.
Al día siguiente una señorita muy amable me quiere hacer pagar otra vez por el exceso de equipaje, por lo que quito unas cuantas cosas, me compro una preciosa maleta de mano (234 dólares) y ya ardo en deseos de llegar a Madrid para poner una reclamación de x dólares (quien lo adivine también recibirá un precioso regalo).
Ahora espero un vuelo a Miami, y da mucho gusto escuchar a las gentes que esperan tomarlo con ese tono melifluo del español caribeño. Desde allí hacia el cielo de Madrid.
PASADAS MÁS HORAS
El avión hacia España está atestado de gentes, la mayoría de origen latinoamericano. Dos de ellos están a mi lado, uno leyendo un libro sobre como hacerse rico en un mes y otra que se pinta las uñas. A mi me espera el Teeteto.
Me recibe un Madrid lluvioso. Mañana toca apuntarse al paro.
Hace poco que empezamos nuestra relación, pero me temo que durará poco. La conocí en una tienda española y me la presentó Air France por haberme roto la anterior. Mi antigua maleta, comprada en China por 5 euros, no resistió los envites de los manipuladores así que me indemnizaron, digo yo que por daños morales porque no valía un machacante.
En fin, que mi maleta actual, valorada en 70 euros, está herida de muerte y lo que es peor, no tengo derecho a reclamar porque tenía sobrepeso. ¿Saben ustedes la desorbitante cantidad que tuve que pagar por ese exceso de equipaje? A quien lo adivine le mandaré un pequeño regalo viva en el país que viva (mis lectores me leen desde más de 14 países los cual insufla mi ego).
Mientras sobrevuelo las rutinarias tierras de Iowa y hago oídos sordos a la película de turno (no sé qué de una sonrisa en la Gioconda, que se llama), trato de contener la rabia y sacar algo positivo de todo esto: alguien recibirá un bonito regalo en algún lugar del planeta.
PASADAS UNAS HORAS
Llego a Philadelphia y me dicen que hay overbooking para coger el siguiente vuelo que me llevaría a Madrid. Me dan 400 dólares, estipendio para comidas y noche de Hotel en el Ramada. Me alegro pues me permite conocer Philadelphia.
Al día siguiente una señorita muy amable me quiere hacer pagar otra vez por el exceso de equipaje, por lo que quito unas cuantas cosas, me compro una preciosa maleta de mano (234 dólares) y ya ardo en deseos de llegar a Madrid para poner una reclamación de x dólares (quien lo adivine también recibirá un precioso regalo).
Ahora espero un vuelo a Miami, y da mucho gusto escuchar a las gentes que esperan tomarlo con ese tono melifluo del español caribeño. Desde allí hacia el cielo de Madrid.
PASADAS MÁS HORAS
El avión hacia España está atestado de gentes, la mayoría de origen latinoamericano. Dos de ellos están a mi lado, uno leyendo un libro sobre como hacerse rico en un mes y otra que se pinta las uñas. A mi me espera el Teeteto.
Me recibe un Madrid lluvioso. Mañana toca apuntarse al paro.
6 comentarios
vitxo. -
Profesor -
Systems Architect -
Profesor -
vitxo. -
Vailima -
Un abrazo