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Vida de profesor

Libros y películas

Cartas a un joven disidente

En 2003 publicó Anagrama Cartas a un joven disidente de Christopher Hitchens. Decir lo que uno piensa, criticar, molestar al poder establecido, no reprimir el pensamiento y atacar al poderoso o al Estado sin miedo a las represalias es un trabajo dificil pero necesario para la sociedad. Aunque a uno le puedan matar por ello, gracias a personas como Hitchens (probablemente con un transtorno narcisita o histriónico de la personalidad) el Estado social y democrático de derecho va ajustando sus resortes y corrigiendo los errores que muchos temerían denunciar.

Hitchens puso en entredicho a la mismísima Teresa de Calcuta por corrupción y por defender tiranías como la de Duvalier en Haití. También viaja a países conflictivos sin que nadie le invite, simplemente por el hecho de denunciar las injusticias... somos todos seres humanos y la iniquidad no entiende de fronteras. 

En este libro no deja títere con cabeza a través de una prosa divertida y amena. Tras leerlo sólo me queda una pregunta: ¿Sería capaz Hitchens de dirigir un país o de alimentar a miles de niños famélicos según sus criterios de honradez llevada al paroxismo? ¿Hay veces en que el fin justifica los medios? 

Les dejo con unas líneas del final de su libro que seguro que invitan a la reflexión por su radicalidad e incorrección política:

Cuídate de lo irracional por seductor que sea. Rehúye al trascendente y a todo aquel que te invite a subordinarte o aniquilarte. Recela de la compasión; prefiere la dignidad para ti mismo y para los demás. No tengas miedo de que te consideren arrogante o egoísta. Imagina a todos los expertos como si fuesen mamíferos. Nunca seas un espectador de la iniquidad o de la estupidez. Busca la discusión y la disputa por sí mismas; la tumba suministrará cantidad de tiempo para el silencio. Sospecha de tus propios motivos y de todas las excusas. No vivas para los demás más de lo que esperases que los otros vivieran por ti. (P 166).

Recibida la Enciclopedia del español en el mundo

 

El Instituto Cervantes me ha mandado un ejemplar de la Enciclopedia del español en el mundo (Círculo de lectores y Plaza y Janés) y, tras verlo detenidamente, he de decir que es una maravilla. Las 901 páginas están muy cuidadas en la maquetación a todo color y los autores de los artículos (salvando lo presente) son de primer nivel, empezando por el Rey Juan Carlos I y el presidente José Luis Rodríguez Zapatero que lo prologan y pasando por nombres tan populares como Mercedes Cabrera (Ministra de Educación y Ciencia), Juan Luis Arsuaga (codirector del equipo Atapuerca), Clara Janés (poetisa y traductora de excelentes poetas iraníes como Hafez, Shamlu, Nima, Sohrab, Rumi y Abusaid) Alfredo Bryce Echenique (novelista), Rosa María Calaf (corresponsal de TVE), Antonio Colinas (poeta), Jorge Edwards (escritor), Antonio Gamoneda (poeta), Miguel Ángel Moratinos (Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación), Sergio Pitol (escritor), Juan Pedro Quiñonero (corresponsal del ABC) y José Valverde (Consejero de Educación en Castilla-La Mancha a quien tuve el gusto de entrevistar hace tres años para la revista DIM).

Creo que es un libro que no debe faltar en la biblioteca del lector culto y de todo aquel que se dedique al noble oficio de escribir en la lengua de Cervantes.

Por cierto, en la portada de la enciclopedia aparece mi foto abajo a la derecha y también la imagen de mi alumna iraní Mona y me ha hecho mucha ilusión verla.

Por si a alguien le interesa leer sobre la situación del español en Irán y en Haití pueden ver los dos artículos que escribí para la enciclopedia:

El español en Haití página 1, página 2, página 3.

El español en Irán página 1, página 2, página 3, página 4

Anatomía del miedo

Acabo de terminar de leer el último libro de José Antonio Marina, titulado Anatomía del miedo. Un tratado sobre la valentía, (editorial Anagrama). En España no queda más remedio que leer estos libros de autoayuda si se quiere disfrutar de algo parecido a la filosofía en la lengua de Cervantes, ya que este país no cuenta con filósofos auténticos porque "andan" todos muertos o son de Estados Unidos, Alemania, Francia o Inglaterra.

En España existe Savater, que es un excelente pedagogo y divulgador filosófico, pero carece de sistema; está Gustavo Bueno, pero es imposible adentrarse en esos aburridísimos libros porque peca de aquello que denuncia: el pensamiento Alicia (otro posteo habrá que dedicarlo a demostrarlo); también está Eugenio Trías, pero es más bien un gran articulista; Manuel Cruz y otros publican muy de tarde en tarde pues están comodamente situados en sus cátedras y nadie les puede exigir algo de productividad, al contrario que en los países más desarrollados intelectualmente. En definitiva, que en España hay que saber inglés o alemán para comprender algo medianmente serio de filosofía porque las traducciones dejan mucho que desear y los filósofos en nuestra lengua no existen. 

Pues bien, el libro que nos convoca es un escalón más del "sistema mariniano" que pretende demostrar la ética como resultado de los procesos neurológicos. Su iniciativa es encomiable, pero me temo que para hacerlo seriamente debería estudiar neurología, bioquímica y biología molecular en vez de hacer metafísicas del miedo que solo valen para sobrellevar momentos en que se necesitan unas palmaditas en la espalda. Su exposición, como en todos sus libros que he leído, es meridianamente clara y eso es una virtud que se agradece.

Me quedo con esta frase que suele repetir en sus conferencias y que comparto totalmente: "La bondad es el criterio de la inteligencia".

Dejando atrás los vientos

Los últimos meses he leído varias autobiografías por aquello de aprender a escribir sobre uno mismo sin caer en el "autobombo", el egocentrismo, o en la vanidad, tentaciones en las que es muy fácil sucumbir cuando uno quiere compartir sus experiencias personales. En marzo se hará el lanzamiento del libro en el que cuento mis experiencias didácticas en Irán y me ha venido muy bien saber cómo hablan otros de sí mismos.

De este modo llegó a mis manos la segunda parte de las memorias de Alfonso Guerra, Dejando atrás los vientos (Espasa, 2006), que me ha sorprendido gratamente. Guerra muestra en esta obra un buen dominio del lenguaje, no en vano es licenciado en filología hispánica, a diferencia de Ocho años de gobierno (Booklet, 2005), las reflexiones de José María Aznar, quien cuenta experiencias muy interesantes pero con un estilo narrativo inferior al de Guerra (y eso que contó con el escritor José María Arco y un magnetofón para llevarlas a término).

Pues bien, Guerra hace un recorrido por sus años de gobierno aclarando los asuntos más conflictivos y las campañas inmisericordes que llevaron a cabo contra él, aunque lo que más me interesó fue su preocupación por el fomento de la cultura y sus encuentros con los líderes políticos e intelectuales de todo el mundo.

Ya que este blog pretende hablar de educación me gustaría sacar a relucir estas palabras que Guerra escribe en la página 205:

Ya se sabe que el metus reverencialis debido al profesor permanece vivo para siempre, aunque tengo dudas de que suceda en los últimos tiempos en la enseñanza.

Y digo yo ¿es este un reconocimiento del fracaso de las políticas educativas qué él incentivó? Sea cual sea su respuesta, creo que el buen profesor será bueno tanto en un sistema opresor como en uno libre, con unas leyes nefastas o mejores, con alumnos pobres o ricos, de familia analfabeta o ilustrada. El buen profesor está por encima de cualquier ley que se le ocurra al político de turno, así que el metus reverencialis, estimado y admirado Alfonso Guerra, sigue vivo en la psique de muchos estudiantes que coincidieron con excelentes profesores (que son muchísimos y cada vez más).

Tratado de ateología

Desde que empecé este blog tuve claros dos asuntos que tomé de los principios masónicos: no hablar de política ni de religión porque eso suele generar enemistades. Hay veces en que no he conseguido conservar mi neutralidad en ambos aspectos, lo que conllevó recibir críticas brutales, sobre todo cuando estaba en Irán (jamás pensé que este modesto blog pudiera ser tan importante para algunas personas); por supuesto aquellos episodios de discusión política y religiosa los hube de borrar porque tuvimos la mala suerte de que por esa época tuvo lugar la crisis de las caricaturas en que los ánimos estaban demasiado exaltados y, según fuentes oficiales, corría riesgos serios de recibir agresiones por parte de los basijis más descontrolados.

En España hablar de temas como ateísmo también implica cierta condena social, y si no que se lo digan al embajador Puente Ojea, una de las mentes más privilegiadas de nuestra tierra cañí. Por cierto, me consta que Ojea, aunque ya mayor, está en una fase de producción intelectual máxima y nos va a sorprender pronto con un libro de los suyos, de esos que no dejan indiferente a nadie . 

Pues bien, se ha publicado recientemente Tratado de ateología (editorial Anagrama), del filósofo francés Michel Onfray, un libro de divulgación atea que recoge los argumentos en contra de las religiones monoteístas ya esbozados por los librepensadores de todos los tiempos. Se compartirán o no sus ideas, pero Onfray escribe como el Dios ese en el que no cree y la fuerza de su literatura remueve la mente con la potencia de una licuadora ultramoderna capaz de sacar jugo al acero.

Me acerqué a esta obra porque dedica varias páginas al Michel Foucault enamorado de Jomeini, cuya revolución consideraba ideal ya que fue la única capaz de separarse de los sistemas de dominación capitalista o comunista. El ínclito filósofo escribió varios artículos alabando la gesta de los ayatolás en Il Corriere de la Sera lo cual critica Onfray con vehemencia. Hoy en día Foucault es muy conocido en todo Irán, sus obras están traducidas al persa y son innumerables las tesis doctorales que se hacen sobre él. Por el contrario nadie traducirá a Onfray y lo más que harán para satisfacer su gran ego (hay que tenerlo para ser ateo y salirse del discurso del "padre protector") será, tristemente, proclamar una fatwa como la de Rushdie, ya que el tratado de Onfray es mucho más sacrílego que Los versos satánicos:

"Mi ateísmo se enciende cuando la creencia privada se convierte en un asunto público y cuando, en nombre de una patología mental personal, se organiza el mundo también para el prójimo". (página 23).

ACTUALIZACIÓN 

Es importante el siguiente comentario que ha dejado José Mª Campo:

Para aquellos a los que les gustó el libro de Onfray creo que hay que leer también el que publicó el año pasado en Francia Irène Fernandez. Catedrática de Filosofía, Doctora en Letras y antigua alumna de l'École normale supérieure, su libro Dieu avec esprit : Réponse à Michel Onfray es un absolutamente imprescindible para enjuiciar y entender el de Onfray. Desconozco si se ha traducido en España.

El diálogo en clase

Óscar Brenifier publicó en 2005 un libro excelente que tituló El diálogo en clase (ediciones Idea) prologado y traducido rigurosamente desde el francés por el incombustible Gabriel Arnáiz, amigo y admirado currante de la filosofía práctica. El libro está dividido en dos partes, una en la que da un soberano repaso a esos profesores anquilosados y adocenados temerosos de fomentar el pensamiento crítico y deinnovar en el aula y una segunda en la que sugieren técnicas para aprender dialogando en la clase. 

Dejo aquí algunas perlas del mismo que seguro que avivan el interés por su lectura. Además lo comento a continuación, con ánimo de experimentar con las posibilidaes didácticas del vídeo en Internet: 

“(…) en lugar de estar atentos y de comprender lo que nos están exponiendo, decidimos tomar apuntes de forma mecánica y postergar para un momento ulterior –real o mítico- la ingestión de información suministrada y de los procesos mentales implicados?” (p 28) 

“debatir sirve sobre todo para problematizar. Problematizar no significa inventar un problema, sino articular un problema que ya existe, articulación que no implica necesariamente que el problema se tenag que resolver sino sólo que por lo menos pueda ser abordado” (p 32). 

“la programación se convierte así en la coartada por excelencia, en el refugio de nuestros temores e inseguridades.” (p 34). “Habrá que aprender a perder el tiempo”. (p 35). 

“A través de esta preocupación permanente por la calificación, se induce el “síndrome del buen alumno”, ése que principalmente busca complacer a su profesor para conseguir el objetivo que tanto anhela: una buena nota.” (p 38). 

“La tarea del profesor consiste en cambiar al alumno, para despojarse de sí mismo, de su pesadez, de su rigidez, de sus carencias y, accidentalmente, de su ignorancia.” (p 43). 

La asignatura de lengua conoce incoherencias parecidas, pues aunque trata sobre literatura, no invita a sus alumnos a que se aventuren a crearla ellos mismos: “¡tenemos que ver toda la programación!” (p 47)

El profesor, para satisfacer las expectativas de su conciencia, cree tener ante todo el deber de “decir muchas cosas”, cosas de las que a toda costa debe desembarazarse, en lugar de asegurarse de que el verdadero espíritu de la materia que imparte se instale de forma efectiva en el “tierno espíritu” de sus alumno.” (p 50). 

(El alumno) “estará en clase, simulará que está escuchando, tomará sus apuntes o quizás no, entregará o no sus deberes, comprenderá en mayor o menor medida lo que está sucediendo allí, pero carecerá de esa “chispa” imprescindible de vitalidad” (p 52). 

“La falta de autoestima, la poca autoridad personal, la superficialidad del concepto de respeto, la importancia del sentimiento de arbitrariedad y otros fenómenos derivados conducen a la imposición de formas rígidas y sin fundamento en las relaciones sociales.” (p 61) 

El profesor debe ser una persona astuta, e incluso hasta un poco pérfida, en lugar de intentar encarnar la imagen del tipo ingenuo y complaciente. No es él quien debe enfrentarse a sus alumnos, sino ellos quienes deben enfrentarse entre sí, confrontación que él debe simplemente gestionar, para conseguir que sea productiva.” (p 63).  

Por curiosidad, Brenifier me dedicó su libro con un “a mi favorito sacerdote” en una broma que sólo él y yo entendemos.





Pizarras

Pizarras

La mejor película de toda la historia (en mi opinión, claro está) sobre el tema de la educación la hizo en 2000 la directora iraní Samira Makhmalbaf y la tituló Pizarras (Takhte siah, Blackboards). Cuenta la historia de un profesor que, con su pizarra a cuestas, recorre el desierto del Kurdistan en busca de estudiantes a los que enseñar a leer, escribir y sumar a cambio de un trozo de pan.

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Siempre digo a mis estudiantes que si no saben inglés serán unos analfabetos culturales toda la vida porque el arte, la ciencia, la economía, la filosofía y la literatura importantes así como los medios de comunicación serios se escriben en inglés y no en español; esta película, aunque está rodada en persa, está subtitulada al inglés (como todo) y me temo que es imposible encontrarla en español, así que es otra magnífica obra de arte que mis estudiantes se perderán por limitarse a aprender "my taylor is rich". De cualquier manera si entienden el lenguaje gestual pueden animarse a adquirla aquí.

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Dice Aquiles en el comentario que ha dejado en este posteo que ha visto esta película doblada al español. Me alegro. Pero siguen existiendo miles de productos culturales de primera categoría que jamás serán traducidos al español, así que estudiantes, por favor, aprendan inglés si quieren pertenecer a la vanguardia cultural.

Mi colegio

Luis Antonio de Villena se ha sacado de la manga un libro muy bien escrito aunque su temática suene a manida e incluso aburrida en un principio. Se trata de Mi colegio, publicado por Península, donde narra su mala experiencia en el colegio de los padres marianistas donde estudió. Yo también acudí a uno de estos centros, por lo que me siento identificado con algunas de las cosas que afirma, aunque he de decir que no todo era tan malo.

De Villena fue un estudiante gordito y afeminado por lo que sus compañeros le menospreciaban y esta obra es una especie de venganza, me temo, contra ellos. Ahora que está tan de moda el bullying es necesario que los maestros lean este libro para saber de primera mano lo que siente un niño víctima de esta aberrante actitud de algunos jóvenes.

El autor también denuncia los métodos expeditivos con que sus locos maestros (sic) le enseñaban, lo que permitía que salieran culturalmente más preparados que los estudiantes actuales (pero solo culturalmente, afirma de Villena, p 157).  

En mi interpretación este libro pone sobre la mesa el eterno dilema de la enseñanza: ¿métodos rígidos, estrictos, panópticos y presidiarios o métodos abiertos, democráticos, igualitarios y relajados? No cabe duda de que estos últimos son los que han producido los ciudadanos que han llevado a España a su bonanza económica, a diferencia de la España anterior sumida en la reprimenda didáctica y en la extirpación de la floreciente creatividad de los estudiantes.

La enciclopedia del español en el mundo

Hoy anuncia El país que el insigne y abanderado de la hispanidad en el mundo, el nunca bien loado ni ponderado y siempre excelso Instituto Cervantes publica La enciclopedia del español en el mundo, en la que colaboro con dos artículos. Ha sido la presentación de la editorial "Círculo de lectores" pero el día 31 de octubre se hará otra en la sede oficial del Cervantes en la calle Alcalá de Madrid, a la que nos han invitado a los colaboradores. 

ACTUALIZACIÓN 25 de octubre de 2006

Me acaban de dar la invitación para la presentación y veo con agradable sorpresa que han puesto mi fotografía, entre otras, en la portada de la enciclopedia (abajo a la derecha, por si alguien tuviera curiosidad).

ACTUALIZACIÓN 31 DE octubre de 2006

Tras tener el libro entre mis manos he sentido un gran placer al echarle un vistazo, ya que huele bien, es suave al roce de los dedos, tiene un diseño precioso y trata temas extremadamente interesantes. Espero poder leerlo pronto.

Lo peor del libro es el precio fuera de órbita: sesenta euros (y los escritores aún no hemos cobrado). En cualquier caso usted lo puede adquirir aquí. Les dejo con las palabras de la nota de prensa:

Una edición especial del anuario del Instituto Cervantes para conmemorar el 15 aniversario de esta institución.
Este año se cumple el 15 aniversario de la creación del Instituto Cervantes y, para celebrarlo, se ha preparado una edición especial de su anuario, mucho más ambiciosa que las anteriores, tanto por su contenido (casi 200 artículos de especialistas y grandes nombres de la cultura, el arte, la ciencia y los medios de comunicación) como por su presentación (formato más grande e ilustrado a color).
Esta Enciclopedia del español en el mundo, que viene prologada por su majestad el Rey, el presidente del gobierno y el actual director del Instituto Cervantes, el poeta César Antonio Molina, pretende ser una obra de consulta obligada para todos aquellos que quieran saber cuál es el panorama internacional de la lengua y la cultura en español.
¿Cuántos millones de personas estudian español en el mundo? ¿Y cuántas lo hacen en Estados Unidos, en Brasil, en Suecia, en Senegal, en Malasia…? ¿Cuál es el futuro del español como lengua de comunicación internacional? ¿Está bien representado en Internet? ¿Se conocen realmente en el exterior la literatura, la música, las artes plásticas y escénicas, el cine y la ciencia que se hacen en español? ¿Cómo ven nuestra cultura los medios de comunicación extranjeros? Son algunas de las preguntas a las que responden 220 especialistas de las más variadas disciplinas, convocados por el Instituto Cervantes al cumplirse 15 años de su creación.
La otra gran novedad de esta Enciclopedia del español en el mundo son los artículos breves donde escritores, artistas, investigadores y periodistas españoles e hispanoamericanos ofrecen su visión personal de la proyección internacional de la lengua y la cultura en sus respectivas áreas. 

La CIA en España y en Irán

La CIA en España y en Irán

Cada vez creo más que un acercamiento a la historia de las naciones desde el punto de vista de los servicios secretos es mucho más interesante y, sobre todo, esclarecedora de los puntos más obscuros y de las decisiones incomprensibles de las personalidades políticas. Hace tiempo que leí Todos los hombres del sha, libro de Stephen Kinzer publicado por Debate que explica minuciosamente el golpe de estado que dio la CIA en Irán a mediados del siglo pasado para acabar con al democracia en Irán y elevar al represor sha al poder, con la consecuente revolución islámica y los atentados del 11 de septiembre. Esta obra permite tomar conciencia de que Irán no es más que una víctima.

Recientemente esta editorial también ha sacado al mercado un libro muy polémico que me extraña que no haya montado una revolución en todos los medios de comunicación. Se trata de La CIA en España, escrito por Alfredo Grimaldos quien explica con rigor de historiador (ya que hace poco se desclasificaron los documentos) la historia de España desde la transición hasta nuestros días, historia que no podía dar un solo paso sin el consentimiento de la CIA. Parece ser que nuestros políticos no hacen nada sin el consentimiento previo de la agencia norteamericana.

Hay que reconocer que es brillante, a pesar de su aspecto maquiavélico, la forma en que Estados Unidos está construyendo un mundo a su medida, a pesar de algunos países díscolos que continúan negándose a entrar en su juego como Irán, Cuba o Venezuela a los que demonizan por negarse a jugar sus reglas.

La función pública de los escritores e intelectuales

La primera vez que leí algo de Edward W. Said fue hace cinco años en el periódico, cuando publicó una mordaz respuesta al influyente libro de Huntington El choque de civilizaciones y que títuló "El choque de ignorancias". Desde entonces le sigo la pista porque es uno de esos intelectuales que hacen falta al mundo, crítico con los palestinos (a pesar de que esa fuera su procedencia) e hipercrítico con Occidente pese a haber vivido la mayor parte de su existencia en Estados Unidos dando clases en la Universidad de Columbia.

La editorial debate acaba de publicar cinco de sus últimas conferencias en un libro que ha titulado Humanismo y crítica democrática. La que más me ha interesado es la que llama "La función pública de los escritores e intelectuales" porque en España carecemos de la figura del intelectual en el sentido que propone Said. Nuestros intelectuales españoles son meros sirvientes y creadores de doctrina de apoyo al partido en el poder o al de la oposición. Su misión es ser serviles y su única vocación es la de asistir a cócteles en lujosos hoteles más que la de reflexionar para afear la conducta de forma rigurosa y razonada a los que dirigen los destinos de la población. Dice Said que "los beneficios económicos y la fama son estímulos muy poderosos" (p 149) para el intelectual que acaban corrompiéndole, como pasa en nuestra España, aunque él se refiera a esos intelectualoides que intentan dar, infructuosamente, una fundamentación lógica a ese Estado cuyo "concepto de seguridad nacional es la guerra preventiva".

Said diferencia al intelectual del escritor, aunque afirma que "durante los últimos años del siglo XX el escritor ha asumido cada vez más los rasgos antagónicos del intelectual en actividades tales como decirle la verdad al poder, dar fe de la persecución y el sufrimiento y alzar una voz de disenso en los conflictos con la autoridad" (p 153). La cuestión es que en España los escritores se muestran apáticos a la hora de hablar de política para centrarse en la mera delectación estilística, como hacen mis admirados Rafael Chirbes o Javier Tomeo.

No hay en España intelectuales que desenmascaren y esclarezcan con la dialéctica el discurso dominante, y cuando uno lo intenta al final acaba engullido por el sistema. Un intelectual debería ser capaz de permanecer ajeno a la sociedad que le ha tocado diagnosticar para observarla con la perspectiva omnisciente que da la distancia. El intelectual "debe ser un vigía" (p 167) cuya misión es "protegerse de la desaparición del pasado e impedirla" (p 167), "construir campos de coexistencia (p 168) e intentar dar una solución dialéctica al mayor problema de nuestra época: "el conflicto de Palestina" (p 169).

Creo que nuestras facultades, incluidas las de humanidades, se están especializando en fabricar tecnócratas sumisos al poder o con vocación enfermiza de pertenecer al mismo, dejándonos un legado en el que el intelectual no cuenta para la opinión pública, lo cual provoca el adocenamiento y enfermedad de la sociedad. 

Las raíces del Irán moderno

Las raíces del Irán moderno

La editorial Belacqua acaba de publicar en español la sensacional obra Las raíces del Irán moderno de la escritora estadounidense Nikki R. Keddie. Aunque el traductor deja un poco que desear por, entre otros asuntos, confundir el sexo de la premio Nóbel Ebadi o de la divorciada de la película “Diez” de Kiarostami (ya saben ustedes que en inglés los adjetivos carecen de género) es el mejor libro que existe hoy en día sobre historia iraní contemporánea. 

Cualquier periodista que quiera hablar de “lo malo que es Irán” o sobre cualquiera de los tópicos nucleares que circulan por ahí, debería leer esta gran obra porque explica rigurosamente la cadena de acontecimientos que han conducido a que Irán sea hoy en día el país más anhelado por Occidente por su situación geográfica estratégica y sus reservas petrolíferas. 

Al terminar la lectura de este libro uno se queda con la impresión de que no se sabe exactamente donde está el eje del mal y que el pueblo iraní es suficientemente maduro para alcanzar más cuotas de libertad por sí mismos sin apelar a los irracionales e impacientes bombazos (de una parte y de otra del planeta).

ACTUALIZACIÓN

Me alegra mucho saber que los iranólogos y profesores universitarios de historia contemporánea en Estados Unidos son estrictos en su trabajo y no se dejan contaminar por las campañas antiiraníes, como bien explica este periódico poco sospechoso. l

Hambre de perro

La editorial Texto Editores acaba de publicar Hambre de perro del escritor Christo Saprjanov, el cual ha obtenido el Premio Nacional de Literatura de Bulgaria.  Cuando se necesita dinero para pagar la operación quirúrgica del hijo, un maestro búlgaro ha de largarse al norte a construir carreteras, donde pagan un poco más y no se gasta nada a no ser que el vodka le atrape.

Cuando hay hambre los trabajadores de la tundra de alguna república rusa deben recurrir a la ingesta de perros y cuando el frío les atenaza el abuso del alcohol es el mejor de los aliados, aunque sus consecuencias son ciertamente nocivas para la familia. Alcohol, sangre, sexo, hambre, frío, abuso de poder y miseria son los elementos que, una vez combinados, perturban la paz del lector en un intento exitoso de mover la conciencia proletaria que cada uno, por aburguesado que esté, lleva dentro. 

Si uno tiene una tarde excesivamente feliz y quiere amargársela por el contenido pero incrementar la dicha por el continente no tiene más que leer las 127 páginas de este libro que se lee del tirón entre escalofríos, reflexiones, rabias y caras de estupefacción. Al terminar la lectura a uno se le revuelven las vísceras pero se queda con una sensación de alivio al constatar que su situación, por mala que sea, es mejor que la que describe Saprjanov.  

Es el libro que andaba buscando para ayudar a hacer entender a Marx en mis clases de filosofía. Es breve, ágil y riguroso con lo cual los estudiantes podrán leerlo sin poner demasiados reparos.

Syriana

Syriana

Si uno ve la película Syriana, al igual que El señor de la guerra, no se puede quedar practicando la ataraxia (la imperturbabilidad del alma) al igual que hacían los estoicos. ¿Y si resulta que, siendo maniqueos, los estadounidenses son los malos y los iraníes los buenos? ¿Y si resulta que cuando un dirigente de Oriente Próximo quiere beneficiar y dotar de derechos humanos a su pueblo los norteamericanos lo impiden porque perjudicaría a la economía occidental? ¿Y si resulta que la democracia en esos países musulmanes no conviene a la industria petrolera y, por tanto, ésta incentiva los sistemas totalitarios de poder? ¿Y si resulta que Oriente Próximo se estabilizara en detrimento de la estabilidad de Europa? Todo eso lo plantean estas dos películas estadounidenses.

Los gobiernos occidentales han de garantizar el pleno empleo a su población y para ello es necesario un sistema económico que lo permita. ¿Y cual es la garantía para que el sistema no colapse? Solución: Seguir fastidiando al Oriente Islámico.

Recomiendo vivamente a todos aquellos que tengan una opinión clara sobre el conflicto entre Israel y Líbano que vean esta película. En España somos muy dados a tener opiniones de todo sin tener idea de nada. Ver esta película ayudará a pensar para liarnos más y no tener las ideas tan claras. Curioso eso del carácter español de optar por uno o por otro sin tener todos los datos del problema. En realidad pensamos lo que otros quieren que pensemos. Yo, desde luego, no tengo nada claro.

No se pierdan este extraordinario mapa mental sobre la película.

ACTUALIZACIÓN

La curiosidad me ha llevado a leer el libro en el que está basada la película (Soldado de la CIA, de Robert Baer, editorial Crítica, Barcelona, 2002). Hay que reconocer que los espías sabrán moverse muy bien por países conflictivos, pero a la hora de escribir dejan un tanto que desear. Sin embargo el interés de este libro no lo suscita el estilo literario sino los datos y la información concreta, ya que sirve para conocer los entresijos diplomáticos y los acuerdos entre gente indeseable en los momentos previos a la decisión de intervenir militarmente. El autor hace una crítica procaz a la CIA por haber relajado sus costumbres y ser menos expeditiva, actitud esta que ha retomado Bush, lo cual debe alegrar al "escritor" aunque el mundo sea mucho más violento que antaño.

Agua

Agua

Dicen los textos sagrados hindúes que cuando el marido fallece la mujer debe o bien morir, o llevar una vida abnegada, o casarse con el hermano pequeño del finado. Esa costumbre aún se mantiene en la India, lo cual denuncia la directora Deepa Mehta en una excelente película indio-canadiense que pone sobre la mesa, una vez más, la dolorosa y humillante situación por la que han de pasar las mujeres en todo el planeta.

Agua (Water, 2005) describe la vida de una niña india de 8 años cuyo marido falleció, lo cual la condenó a una "casa de abnegación", en la que comían una vez al día y se pasaban las horas rezando. Esa existencia de contemplación obligada se entremezcla con la mezquindad y doble moral de los varones de esa sociedad,

Es inevitable salir del cine, tras ver esta excelente película, de forma atrabiliaria.

La educación de las hadas

 

La última película de José Luis Cuerda es un alegato a favor de la familia que me recordó a un viejo cuento persa:

Una mujer se quedó con la cara deformada a causa de la viruela; su marido, que la amaba profundamente, quedó ciego a la vez que el cutis de su mujer se deterioraba. Tras doce años de vida en común la mujer falleció y su marido recobró la vista. El hombre se había hecho pasar por ciego para no hacer sufrir a su mujer.

La película tiene el mismo fondo de este cuento y la forma la dan las hadas con alas rotas, la enfermedad cerebral, la magia de los cuentos y un niño a quien todavía no se le han roto los sueños.  

Después de toda la basura que genera el cine español ultimamente, esta película no está tan mal, a pesar de algunas opiniones.

El tigre y la nieve

Este Roberto Benigni es un perfecto manipulador de almas pues es capaz de llevar de la carcajada al llanto en un solo fotograma. En la recientemente estrenada El tigre y la nieve (La tigre e la neve) el actor y director de cine nos traslada a un Bagdad en guerra donde, a pesar del clima de violencia y sufrimiento, siempre se encuentra un guiño para el humor, el amor y la bondad. 

No se pierdan la sensacional clase de poesía árabe que imparte en el primer tercio de la película, así es como deberían desempeñar su docencia los profesores de literatura o filosofía. Les dejo con el trailer.

El Señor de la Guerra

Hace un par de meses los quioscos de Teherán se llenaron de revistas en cuyas portadas aparecía el actor Nicholas Cage vestido de contrabandista de armas, es decir, elegante, encorbatado y con cara de triunfador sin complejo de culpa. Luego me enteré de que esas publicaciones dedicaban gran parte de su contenido a hablar de la película El Señor de la Guerra (Lord of War).

Hoy la he podido ver en España y he quedado acongojado. En Irán está prohibido proyectar dicha película en las salas de cine porque es estadounidense, pero es todo un éxito en el top manta teheraní. Está claro que el gobierno incentiva tácitamente el visionado de dicha película porque es la mayor crítica que se ha hecho jamás a Estados Unidos y al resto de miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a través de informaciones apabullantes y concretas que, aunque sospechadas, sorprenden y nos invitan a sentir cómplices del clima de violencia que asola al planeta.

Para más inri se ayuda del "Aleluya" de mi admirado Jeff Buckley para añadir mayor dramatismo o, mejor dicho, patetismo.

Es obligatorio verla si se quiere entender, o al menos entrever, el mundo contemporáneo que hemos colaborado todos a construir en el que unos matan y otros son matados. Sencillamente es una obra excepcional.

Para ir abriendo boca no se pierdan este posteo de Max en el que pueden encontrar dos excepcionales secuencias de la película.

ACTUALIZACIÓN 4 de agosto de 2006

Hoy me entero de que Amnistía Internacional promueve el visionado de esta película en su última campaña.

La revolución de los blogs

La revolución de los blogs

José Luis Orihuela, uno de los gurús de la hispano-blogosfera, acaba de publicar un libro (editorial "La Esfera de los Libros", Madrid, 2006, 283 pp.) que espero adquirir pronto, no sólo por el tema tan interesante que trata sino porque cita a este blog, lo cual siempre es de agradecer.

A José Luis le invitaron, al igual que a mí, al programa Redes de hace unos meses y no pude conocerle personalmente ya que mi estancia en Irán me impedía viajar a España.

Sócrates estudió persa

Hoy aparece en El país una entrevista a Mario Vargas Llosa de esas que se hacen cada vez que un escritor saca un nuevo libro al mercado. Esta vez el escritor nos invita a leer Travesuras de una niña mala. Lo mejor de la entrevista es la siguiente reflexión que hace el intelectual peruano sobre un hecho de la biografía de Sócrates que desconocía:

Hay una historia absolutamente maravillosa que no se dónde he leído, quizá en Platón, que cuenta que a Sócrates, cuando le llevaron el veneno, lo encontraron estudiando persa. "¿Pero por qué está estudiando persa?", le preguntaron. Y él dijo: "Sólo porque quiero aprender persa. ¡Ah! ¿Ahora tengo que tomar la cicuta? Pues me tomo la cicuta". Me parece una historia absolutamente maravillosa. Dios quiera que me encontrara así la muerte, tratando de aprender chino mandarín.